Bolivia es un país complejo, enredado, enrevesado. Difícil de contar y entender sin caer en estereotipos o reduccionismos.
Buscar y narrar las historias de las mujeres bolivianas que se organizan para luchar por su autonomía, sus derechos y sus vidas, es un reto todavía más intrincado. Pero lo hicimos.
Decidimos trabajar en el primer reportaje nacional de periodismo feminista.
Estas historias muestran una mixtura de rostros, un remix de voces. Tanto entre las protagonistas de las luchas que aquí se relatan, como de quienes decidieron sumarse a este proyecto.
El talento de 15 personas, juntas y revueltas, se reúne para mostrar la gran diversidad que nutre a las organizaciones de mujeres y colectivas feministas en once ciudades de Bolivia.
Feministas o no, las bolivianas que alzan la voz en estos relatos dejan el cuerpo, el conocimiento y el alma en su búsqueda inclaudicable por justicia para las víctimas de violencia patriarcal y machista en el país.
El Alto es una ciudad que aún no cuenta con un movimiento de activistas feministas masivo en contra de la violencia de género. Pero las mujeres aymaras y alteñas, desde organizaciones sociales de base, son quienes dan los primeros pasos para frenar las agresiones machistas desde la política y la colectividad.
Trinidad es una ciudad todavía llena de un pensamiento conservador y religioso. Se naturaliza la violencia intrafamiliar y se culpabiliza a las víctimas de violencia sexual. En ese contexto, colectivos feministas y organizaciones de mujeres unen esfuerzos y luchan contra estos «valores».
A finales de septiembre de 2021, se creó en Villa Montes la Red de Lucha Contra la Violencia. Se trata de un tejido hecho a punto de esperanza y necesidad de justicia para mujeres y niñes. A pocos meses de su puesta el marcha, la red ofreción distintos talleres y acompañamientos para luchar contra la violencia en el sur del país.
Mujer de Plata es el único colectivo feminista independiente en Potosí. Realizan obras de teatro, talleres y brindan ayuda emocional, jurídica y psicológica a mujeres víctimas de violencia machista. En 2021 fueron nombradas personas no gratas por el Concejo Municipal potosino.
Las luchas colectivas de las mujeres y feministas en Cochabamba se enfrentan a problemas de carácter estructural, en la Justicia y la sociedad. Mientras, sostienen sus actividades y apoyos de manera autogestionada. Ellas brindan respuestas inmediatas, integrales y mancomunadas frente a las violencias machistas y patriarcales.
Organizaciones de mujeres y feministas en Santa Cruz realizan un trabajo que implica enfrentar una estructura machista en instituciones judiciales y la sociedad cruceña. Un enorme esfuerzo en busca de justicia, para que los crímenes cometidos en contra de mujeres y niñas no queden en la impunidad patriarcal.
Diversas colectivas y grupos feministas convergen en Tarija en una lucha común. Ellas articulan sus luchas desde la rebeldía alegre, el arte para la transformación y el acompañamiento, en sueños y luchas. Desde las coincidencias, pero también a partir de las diferencias.
Pasacalles, pancartas y petardos. Así acompaña Cuñas Ruidosas, una colectiva feminista en Bermejo, a víctimas de violencia machista. Asisten a las audiencias y otras actuaciones judiciales para alzar la voz contra la impunidad, la negligencia y la corrupción.
Yuyay Ninamanta es un joven colectivo feminista. Su nombre y su origen hacen referencia a la importancia de la memoria en las luchas y reivindicaciones de las mujeres. En poco más de un año, desde su fundación, acompañaron casos emblemáticos en la búsqueda de justicia para las chuquisaqueñas.
Bolivia es uno de los países de la región con mayores índices de violencia hacia la mujer. Cada tres días, una de nosotras es víctima de violencia patriarcal y machista. Con estas cifras a cuestas, activistas de las ciudades de La Paz y El Alto se organizan contra la corrupción y la negligencia de la Justicia.
La historia feminista en Oruro no tiene cinco ni 20 años. En 1921, hace más de cien años, en esta ciudad, se fundó la primera revista feminista del país. A finales de los 90, una orureña formó parte del núcleo fundador de Mujeres Creando. Actualmente, las mujeres orureñas se acuerpan en organizaciones feministas con una gran diversidad de miradas, edades e ideas.
Este reportaje fue producido gracias a los recursos autogestionados de nuestro Fondo de Apoyo a la Producción Periodística de Mujeres y Personas LGBTIQ+. Para colaborar con la creación de más proyectos periodísticos como este, puedes dejar tu aporte en el Chanchito Muy Waso.
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