Pasacalles, pancartas y petardos. Así acompañan desde Cuñas Ruidosas, una colectiva feminista en Bermejo, a víctimas de violencia machista. Asisten a las audiencias y otras actuaciones judiciales para alzar la voz contra la impunidad, la negligencia y la corrupción.
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Se reunieron con la mirada puesta en las movilizaciones por el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras de 2019 en Bermejo. Pero sus acciones van más allá de las protestas feministas por el 8M u otro tipo de marchas similares.
Actualmente, la colectiva feminista Cuñas Ruidosas acompaña casos de mujeres que sobrevivieron a la violencia machista en Bermejo. Presionan por celeridad en los procesos judiciales y alguna vez llegaron a conseguir equipos electrónicos necesarios en las audiencias para evitar su suspensión.
El acompañamiento a la lucha en los tribunales, luego del feminicidio de Carla Méndez, se convirtió en un hito que fortaleció y dio continuidad al trabajo de las Cuñas Ruidosas. Carla fue asesinada a sus 14 años, luego de ser secuestrada en febrero de 2020.
La colectiva Cuñas Ruidosas ahora mismo cuenta con 10 integrantes.
Seguimiento a casos armadas con petardos y carteles
Habitualmente, los familiares de víctimas de feminicidio u otros delitos de violencia las contactan.
Entonces, las Cuñas Ruidosas se agrupa y asisten a las audiencias y actuaciones judiciales con pasacalles, petardos y carteles.
Ellas se refieren a estas movilizaciones como una muestra de “respaldo moral”, aunque más bien parece ser el sello de una alianza en busca de justicia y en defensa de la vida de las mujeres.
“Todos los casos son muy impactantes y dolorosos. Pero los que más repercusión causaron fueron dos. Uno de ellos, el feminicidio de Carlita Méndez. Actualmente, hacemos lo posible por llamar la atención sobre la desaparición de Mariluz Marquez. (Es un) caso muy turbio que continúa en investigación”, cuentan desde Lazos Femeninos.
En su municipio, reclaman, falta mucho para que las mujeres puedan acceder a la Justicia. Desde temas estructurales, como la vocación de servicio y voluntad en las autoridades judiciales. O elementos que son parte de las políticas públicas para el acceso a la justicia como la carencia de jueces, fiscales, personal policial e institucional. Incluso, insisten, hace falta equipamiento básico.
“El año pasado hicimos una colecta para poder conseguir el alquiler de un reproductor de bluray. ¡Increíble!”, recuerdan con bronca.
Una lucha contra el sistema
Para las Cuñas Ruidosas, lo que hace falta en el sistema judicial es trabajar y operar con celeridad. “Respetar los principios en los que se funda y forja la ley 348”, sintetizan.
Las irregularidades que se destapan en casos como el del feminicida Richard Choque en El Alto o el de La Manada en Santa Cruz de la Sierra, se replican también en distintos puntos del país. Tal como sucede en Bermejo, ubicada justo en la comisura de la frontera boliviana con Argentina.
Allí, en la ciudad más austral de Bolivia, las feministas también enfrentan el amedrentamiento de los familiares de agresores, burlas de abogados y del personal de instituciones que muchas veces les niegan acceso a información.
También han sido denunciadas por difamación y han tenido procesos a raíz de sus acciones voluntarias. Siguen intentando evitar que el olvido y la burocracia ahoguen las voces de las mujeres que se atrevieron a denunciar. O de aquellas voces que fueron apagadas por la violencia patriarcal y machista.
Para conocer más de las Cuñas Ruidosas y seguir su trabajo, puedes visitar su página de Facebook.