Acto uno: un grupo de personas, violentas y discriminadoras, irrumpe en una muestra LIGBTIQ+ en el museo Altillo Beni. Dos: el mismo grupo agrede verbalmente a lxs trabajadorxs del lugar y destruye una de las obras. Tres: las disidencias y diversidades en Santa Cruz de la Sierra reivindican su orgullo y luchas todavía con más fuerza. ¡Revolución Orgullo!
“Dios ha creado a Adán y Eva, no a Adán y Esteban”, dice un hombre mientras lo filman violentando el museo. Otra mujer no entiende un cartel que denuncia los embarazos infantiles forzados y asume que es una burla.
Una violenta célula de sectores fundamentalistas y conservadores toma el museo del Altillo Beni, en el centro de Santa Cruz de la Sierra.
Otra parte del grupo agrede al personal del espacio cultural y destruyen el cuadro de una intervención artística al escudo nacional. El video, difundido a través de redes sociales, termina entre gritos y vociferaciones discriminatorias: «abominación, asquerosidades».
Una de las mujeres que fue filmada en la agresión al museo fue identificada por una periodista en Twitter. Según esta fuente, la misma mujer emprendió una manifestación en contra de varias obras escultóricas en la Plaza del Estudiante de Santa Cruz. Su argumento es que son «del altiplano», «paganas» y «satánicas».
Estas esculturas son trabajos de las artistas Leticia García de Straube, Alicia Boero de Valdivieso, Anita McGray y Alfredo Román.
La misma persona, además, fue catalogada por la verificadora Bolivia Verifica como una activista antivacunas.
El ataque y las amenazas
“Entraron a gritos al museo. Nosotros bajamos por la bulla que estaban haciendo. Estaban transmitiendo en vivo y hablando sobre la exposición con frases bastante homofóbicas”, recuerda Benicia Chávez, jefa del Departamento de Patrimonio de Santa Cruz.
La muestra de arte LGBTIQ+ Revolución Orgullo fue organizada por el colectivo de disidencias sexuales La Pesada Subversiva, la población de hombres trans, el Colectivo Rebeldía y Campaña 28. Revolución Orgullo se abrió al público el 9 de junio.
Antes su inauguración la exposición ya había recibido amenazas.
Vecinos del casco viejo cruceño, según denuncias hechas por colectivos LGBTIQ+, advirtieron con quemar las banderas multicolor que flameaban en la fachada del museo para promocionar la exposición.
Christian Egüez, integrante de La Pesada Subversiva, dijo entonces a un medio local que el personal del museo tuvo que retirar las banderas para prevenir daños en la infraestructura histórica del museo, hecha principalmente de madera.
El récord de la Santa Cruz diversa
Repleta, así estuvo la inauguración de la muestra REVOLUCIÓN ORGULLO en el Museo de la Ciudad Altillo Beni. Un acto de reparación histórica a las luchas LGBTIQ+ que las instituciones cruceñas siempre se negaron a reconocer. Feminismos, diversidades y disidencias #Orgullo pic.twitter.com/jfBvoIznIn
— CHRIS EGUEZ (@Eguez_chris) June 10, 2022
Sin embargo, estos dos hechos aislados no disminuyeron la popularidad del evento. Gracias a la exposición Revolución Orgullo, el museo «rompió su récord» de asistencia en tan solo un día.
“El día de la inauguración tuvimos la sorpresa de que fue bastante público. Casi 400 personas ingresaron al museo, ha sido la inauguración con más público del museo”, comenta Benicia Chávez.
Santa Cruz de la Sierra es uno de los pocos gobiernos municipales en Bolivia que concedió un espacios de este tipo para acoger el activismo de la comunidad LGBTQI+.
La historia diversa y disidente de Santa Cruz
Históricamente, esta ciudad fue la pionera de la primera marcha por el orgullo LGBTIQ+ en el país. Este emblemático evento se registró el año 2000 y la población diversa tuvo que enfrentar agresiones de todo tipo.
También fue la cuna de los liderazgos de Ninón (Víctor Hugo Vidangos), abogado y estilista travesti que llegó a postular a la alcaldía de Santa Cruz de la Sierra. En su carrera profesional, Ninón luchó por conseguir una de las dos sentencias por transfeminicidio en Bolivia.
O de la incansable Vanina Lobo, líder trans chiquitana que impulsó la ley 807 de Identidad de Género y fue una de las fundadoras de la Unión de Travestis, Transexuales y Transgéneros de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra (UTSC).
Recientemente, también en la ciudad de los anillos, fue inaugurada la primera casa trans del país. Este centro acoge a las personas trans que son expulsadas de sus hogares, violentadas por su familia o escapan de la violencia en las calles.
Otros ataques
No es la primera vez que una obra de arte es vandalizada o amedrentada por sectores conservadores en Santa Cruz de la Sierra.
En el año 2000, el pintor Alfredo Müller recibió amenazas de que lo quemarían vivo junto a sus obras. En ellas se podía apreciar figuras sacras (vírgenes, cristos, ángeles) desnudas.
Pese a las amenazas, la Virgen del Grigotá de Müller ganó la XII Bienal de Arte de Santa Cruz, por lo que es exhibida permanentemente en la Casa de la Cultura.
Lastimosamente, en 2019 la obra fue atacada por un hombre y sufrió tres cortes de hasta 60 centímetros.
“Nunca entendí tanto escándalo por un desnudo. Si en Santa Cruz la exhibición carnal está presente en todo y con mucha exageración”, comentó Müller a El Deber.
Pese a la rabieta fundamentalista, Müller regresó a la Casa de la Cultura Raúl Otero Reiche con su exposición Señor de señores, dónde presentará su versión de la crucifixión a Jesús y su Virgen del Grigotá, restaurada por él mismo.
Lo que les molesta no es la desnudez, sino son las corporalidades diferentes, por que a las de Cuba Libre o de Corimex, de un "que mujeres bellas" no pasa… 🤷🏽♀️ https://t.co/hcIWCxZi4P
— Puya Raimondi 🌽 (@LilaAndrea86) June 15, 2022
Los agresores
Después del ataque al Museo Altillo Beni, la concejala Silvana Mucarzel Demetry envió una carta al presidente del Concejo Municipal de Santa Cruz de la Sierra. En su minuta, «recomienda» que la exposición Revolución Orgullo sea retirada.
Mucarzel argumentó que las imágenes de cuerpos diversos y la intervención de los símbolos patrios atentan contra los valores de la familia tradicional.
Según la Encuesta de Hogare de 2020, tres de cada diez hogares en el departamento de Santa Cruz no responden a la estructura tradicional de familia. Menos de la mitad (47.3 %) corresponde a un «hogar nuclear completo».
También en Santa Cruz, según datos del Sereci, se registraron el 22 % de los divorcios de todo el país entre 2010 y 2020.