ĀæSabĆas que si nueve de cada diez bolivianxs usĆ”ramos barbijos podrĆan evitarse miles de infecciones y muertes por COVID-19? Imaginate si guardamos distancia y evitamos aglomeraciones innecesarias. Las vacunas escasean en todo el mundo y van a tardar en aplicarse. Ā”No descuidemos la prevenciĆ³n!
Vayamos por partes.
Primero: no hay vacunas suficientes para paĆses como Bolivia. Toda LatinoamĆ©rica recibe muchas menos dosis de las que necesita. Las naciones mĆ”s ricas acaparan las dosis y amenazan con prolongar la pandemia mĆ”s de lo que se podrĆa imaginar.
Segundo: como han dicho lxs expertxs desde 2020, las vacunas no son una soluciĆ³n fĆ”cil ni rĆ”pida a la pandemia.
Las vacunas pueden darnos un grado de esperanza, pero debemos ser pacientes y, sobre todo, no descuidar las medidas de cuidado colectivo mƔs respaldadas por la ciencia: ventilar los ambientes cerrados, mantener la distancia social, usar barbijos de manera constante y, dentro lo posible, evitar aglomeraciones.
![](https://muywaso.com/wp-content/uploads/2021/04/barbijo-covid-bolivia.jpg)
En nuestro contexto, es mejor tomarle la palabra al subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa, quien dice que la ārespuesta inmediata siguen siendo las medidas de salud pĆŗblicaā (todas las que mencionamos antes, ademĆ”s de lavarse las manos con jabĆ³n de manera constante).
Ojo al dato: segĆŗn una proyecciĆ³n del Institute for Health Metrics and Evaluation si el 95% de la poblaciĆ³n en Bolivia utiliza barbijos de manera rigurosa, hasta finales de mayo podrĆan evitarse alrededor de 10 mil nuevas inefcciones y hasta el 31 de julio se salvarĆan unas tres mil vidas.
Si aĆŗn tienes dudas sobre la efectividad de los barbijos en la prevenciĆ³n de la COVID-19, revisĆ” este material interactivo (Ā”impresionante!) del New York Times: Ā«Las mascarillas funcionan. En serio. Te mostraremos cĆ³moĀ».
Cansaditas
Pero no vamos a negarlo. Estamos cansadas. Claro que sĆ. Llevamos un aƱo de encierros, precauciones, prohibiciones y lo mĆ”s bajo de la politiquerĆa. Agota, obvio. Pero quienes estĆ”n realmente cansados son lxs ancianxs que, luego de hacer largas filas, dĆa a dĆa, retornan a sus casas sin poder vacunarse y con el riesgo de un contagio entre tanto trajĆn.
Como es habitual, nadie se responsabiliza y el culpable siempre es el contrincante polĆtico. Sin una estrategia clara para implementar un plan de vacunaciĆ³n masiva, sin la disposiciĆ³n polĆtica ni las herramientas logĆsticas, sin transparencia respecto a la asignaciĆ³n de dosis, sin informaciĆ³n clara y oportuna para la ciudadanĆa, la vacunaciĆ³n contra la COVID-19 en Bolivia es un hoyo de incertidumbre.
Una incertidumbre que tambiĆ©n se alimenta de reacciones tardĆas ante crisis como las que se viven en las zonas fronterizas con Brasil y que podrĆan rĆ”pidamente comprometer el sistema sanitario de todo el paĆs.
Hace solo una semana, la OPS informĆ³ que āen ningĆŗn lugar (del mundo) las infecciones son tan preocupantes como en SudamĆ©ricaā. En ese mismo comunicado puso la alerta sobre Bolivia.
Las autoridades bolivianas, como el ministro Jeyson Auza, dicen que todo bien, todo nice. Llevan casi un mes sin poder confirmar si la variante P.1 estĆ” en Bolivia y cuĆ”l es su alcance. Y asĆ siguen reaccionando a la pandemia de manera improvisada.
La directora de la OPS, Carissa Etienne advirtiĆ³ que āen esta pandemia, el sentido de autosuficiencia y (pensar) que todo estĆ” bien lleva a mĆ”s casos (…) actĆŗen ante el primer signo o seƱal de que los casos estĆ”n en aumento, no esperen a estar abrumadosā.
El mal show de las vacunas
En nuestro paĆs, como en casi todo el resto del mundo, la vacunaciĆ³n vino, ademĆ”s, en un pack en el que se combinaron escĆ”ndalos de corrupciĆ³n, desigualdad en el acceso, instrumentalizaciĆ³n polĆtica y una pĆ©sima gestiĆ³n logĆstica.
La llegada de los primeros lotes de vacunas fue transmitida como si se tratara de un espectĆ”culo: convirtieron una responsabilidad con la salud pĆŗblica en un show. Durante la primera fase de la vacunaciĆ³n, Luis Arce se paseĆ³ por el paĆs repartiendo ādosis de esperanzaā que ahora escasean.
Ā”Llegaron las vacunas #SputnikV a #Bolivia! #VamosASalirAdelante.
š“En vivo por el siguiente enlace:https://t.co/KjYic8M9Oz pic.twitter.com/0FOCj58v3Q— Luis Alberto Arce Catacora (Lucho Arce) (@LuchoXBolivia) January 28, 2021
En esa lĆ³gica, los aparatos comunicacionales del MAS y sus opositores inoculan la idea nociva de que las vacunas son una soluciĆ³n milagrosa a la pandemia. Este uso polĆtico de la inmunizaciĆ³n podrĆa provocar una idea equivocada de seguridad y estimular que las medidas de bioseguridad se relajen entre la poblaciĆ³n.
Algo parecido a lo que sucediĆ³ en Chile, donde el Gobierno de SebastiĆ”n PiƱera, en un ambiente preelectoral, instalĆ³ una narrativa exitista sobre la vacunaciĆ³n. Sin embargo, la exitosa campaƱa de vacunaciĆ³n se dio de cara contra una explosiĆ³n epidemiolĆ³gica provocada por una disminuciĆ³n de la prevenciĆ³n alentada desde el Estado.
Con ese falso triunfalismo, con un mensaje poco claro hacia la gente, Chile volviĆ³ a un confinamiento para el 97% de lxs chilenxs, pese a que el 23% de su poblaciĆ³n ya se encuentra vacunada. Bolivia aĆŗn no supera el 2% de personas completamente inmunizadas. Hagan las cuentas.
Los medios y la Ā«agendaĀ» antivacunas
Los grandes medios de comunicaciĆ³n no lo hacen mejor. Brindan informaciĆ³n imprecisa, confunden tĆ©rminos, generan una sensaciĆ³n de paranoia y desconfianza frente a las escasas vacunas que llegan al paĆs.
Este tampoco es un problema exclusivo de Bolivia, pero sĆ parece ser un problema difĆcil de resolver.
Pero los centros de investigaciĆ³n hacen esfuerzos por combatir la desinformaciĆ³n que se genera desde los massmedia.
Frente a la ola de cuestionamientos a la vacuna Astrazeneca, la Universidad de Cambridge publicĆ³ una comparativa de los riesgos frente a los beneficios en tres escenarios de contagio. En personas mayores a 30 aƱos el riesgo de internarse en una UTI por COVID-19 se reduce considerablemente.
TambiĆ©n se difunde informaciĆ³n que deja muy claro que hay mĆ”s posibilidades de morir por COVID-19 que por una trombosis provocada por la Astrazeneca, o que los anticonceptivos tienen hasta 100 veces mĆ”s probabilidades de provocar un trombo frente a la vacuna y que hay una lista de al menos 300 fĆ”rmacos vinculados con condiciones similares.