En las Tierras Bajas de Bolivia, los chiquitanos tienen una percepción muy particular de la luna llena y de lo que sucede durante un eclipse de luna. Según su antigua creencia, la Luna brillante devora almas y los fenómenos astronómicos se convierten en un enfrentamiento entre animales del cielo y flechas de los guerreros.
Pama Kuara: La Luna brillante que come almas
Pama Kuara, significa luna brillante en Besɨro, el idioma del pueblo Chiquitano. Estos vocablos hacen referencia a la luna llena, pero según otras fuentes, también se utiliza para hablar de los eclipses lunares.
Los chiquitanos consideran a la luna como “una deidad benéfica que no puede dejarlos, porque influye en sus cosechas” y si llegara a desaparecer, afectaría gravemente a su subsistencia. Sin embargo, la luna tiene una connotación dual. Cuando entra en la fase de luna llena, Pama Kuara o Luna Brillante, se vuelve una entidad peligrosa.
“Pama Kuara iba saliendo, asomando su rostro pálido en busca de almas perdidas en el monte para transportarlas a sus dominios”
Bae Tupásh contra el Chovoreca, padre de Pama Kuara
Uno de los mitos chiquitanos narra cuando la deidad chiquitana Bae Tupash deja caer en la tierra el trueno. Así es como entrega el fuego a los hombres chiquitanos. Esta deidad está en constante guerra con Chovoreca, “dueño de la gran sombra, de donde todo viene y a donde todo va”.
Chovoreca se considera “la otra cara del Tupash”. Aparece cuando los chiquitanos caen en la ambición de cazar a los animales del monte y del río durante la luna llena. Los chiquitanos creen que esto sucede porque esta deidad, se les mete a la cabeza y les tiende una trampa.
Chovoreca es también el padre de Pama Kuara, la responsable de comerse el alma sombra de los chiquitanos que salen a cazar en noches de luna llena.
Los chiquitanos creen que si salen a cazar durante esta fase lunar, Pama Kuara se come su alma sombra y la lleva a habitar las sombras eternas .
“Quien nos quiere llevar es el chovoreca por eso está peleando con él (Tupash), por eso nunca dejes tu tizón para que él sepa que aqui estamos y nos reconozca en la noche y la hija del chovoreca llamada luna brillante no nos coma y nos confunda con las estrellas, con los espíritus de nuestros abuelos”
El eclipse lunar: perros y jabalíes que devoran a Pama Kuara
Los astros y elementos naturales son deidades fundamentales en la cosmología del pueblo Chiquitano. Rigen su cotidiano y sus fuentes de sustento. Es por este motivo que los guerreros se disponen a combatir a las criaturas que amenacen a cualquiera de ellos.
Los chiquitanos sostienen, que cada cierto tiempo, la luna es devorada por perros que habitan el cielo. Esta es la explicación mitológica a los eclipses lunares. Cuando sucede, los guerreros lanzan flechas al cielo para ahuyentar a estas fieras. Su objetivo es evitar que se coman la luna y así devolverla a su forma original.
Sin embargo, existen algunos registros que detallan que los animales del cielo, que devoran la luna, no son perros, sino chanchos de monte o jabalíes.
Esta peculiar creencia también se encuentra en mitos de otros grupos étnicos de la región. Los guaraníes, por ejemplo, atribuyen los eclipses a un jabalí azul que intenta comerse la luna.
Los chiriguanos, en cambio, relatan el origen del mundo como consecuencia de un eclipse. El responsable: un tigre de dos cabezas que se come al sol y la luna.
El Besɨro, la lengua chiquitana que se fortalece
A pesar de la disminución de lenguas originarias en Bolivia, el idioma Besɨro, podría estar como la cuarta lengua más hablada en el país, después del quechua, aymara y chiriguano. Sin embargo los datos varían de acuerdo a las fuentes. El número de hablantes oscila entre 20.000 (hablantes competentes) y 47.00 a 60.000 (grupo étnico chiquitano).
A pesar de que en algún momento el Besɨro se consideraba en peligro de extinción, los constantes esfuerzos de enseñanza y difusión en la región, están fortaleciendo esta lengua.
Según Juan Bailaba, técnico del Instituto de Lengua y Cultura Chiquitano, existen al menos 5000 hablantes de Besɨro en las cinco provincias de la nación Monkoxɨ, en el Territorio de Lomerío, en la Chiquitanía.
La localidad de San Antonio de Lomerío, en la provincia Ñuflo de Chávez, destaca como el epicentro del Besɨro. Cuenta con la mayor cantidad de hablantes nativos, mientras que en distintos municipios se están implementando cursos para fomentar su revitalización.
Luego de la promulgación de la Nueva Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, en 2009, el Besɨro es una de las lenguas oficiales del país.