Organizadas y en constante lucha contra los abusos de autoridades, policías, tratantes y proxenetas, las trabajadoras sexuales de distintos departamentos del país exigen que sus demandas sean escuchadas. Compartimos el manifiesto que prepararon por el Día Internacional de la Trabajadora Sexual.
Nosotras nos reconocemos como trabajadoras sexuales con orgullo y dignidad. Con nuestro trabajo sacamos adelante a nuestras familias, nos alimentamos, estudiamos, nos garantizamos un techo y resolvemos todas nuestras necesidades como cualquier trabajadorx.
Dia a día vivimos la discriminación, el prejuicio y la doble moral de la sociedad conservadora por decidir sobre nuestros cuerpos y nuestra sexualidad.
La policía nos extorsiona, los dueños de los locales nos explotan, el Gobierno y la Justicia no atienden nuestras demandas.
La criminalización de nuestro trabajo, las posiciones abolicionistas y la negación de la sociedad nos empujan a mayores riesgos y vulnerabilidad. Las políticas punitivas deben estar dirigidas a las mafias, a los proxenetas, a los tratantes y no hacia nosotras.
Como trabajadoras sexuales estamos excluidas de los programas públicos, no podemos acceder a créditos bancarios, a viviendas, a salud, a estudios, a jubilación, porque nuestro trabajo no está reconocido por el Estado. Sin embargo, nosotras cumplimos con todas nuestras obligaciones.
En la pandemia nuestro sector es seriamente afectado. El Gobierno ha decidido cerrar nuestras fuentes laborales y no ha sido capaz de pensar en un plan de contingencia. Nuestra precariedad económica se ha agudizado, muchas compañeras se han enfermado, han sido desalojadas y nuestras deudas han crecido de forma angustiante.
Cada que salimos a trabajar nos exponemos a la violencia.
Entre el 2020 y parte de este 2021, cuatro de nuestras compañeras han sido asesinadas. Mientras las políticas contra la violencia hacia las mujeres no toquen las raíces del sistema patriarcal, esto no cambiará.
Como mujeres trabajadoras sexuales estamos organizadas en todos los departamentos de Bolivia, nosotras luchamos por nuestros derechos laborales, contra la trata y tráfico de personas, el proxenetismo y la explotación sexual.
Somo mujeres que hemos decidido ejercer el trabajo sexual y exigimos respeto.
Este 2 de junio, Día Internacional de la Trabajadora Sexual, nos unimos a la voz de todas nuestras compañeras del mundo y especialmente de Latinoamérica para exigir:
1.- El reconocimiento del trabajo sexual como trabajo.
2.- Basta de violencia a nuestras compañeras, protección y seguridad para nosotras.
3.- Inclusión de nuestra población a las políticas públicas.
4.- Acceso a salud integral con respeto y dignidad.
5.- Alto a la persecución y criminalización de las trabajadoras sexuales.
6.- El carnet sanitario no puede ser un instrumento de extorsión.
¡El trabajo sexual es trabajo, el negarlo es violencia!
Organización de Trabajadoras Sexuales de Pando
Organización de Trabajadoras Sexuales de Oruro (ODES-B)
Organización de Trabajadoras Sexuales de El Alto (OTSA-B)
Red de Mujeres Trabajadoras Sexuales de Santa Cruz
Organización de Trabajadoras Nocturnas Sucre (OTN-Sucre)