ntala Según las estadísticas globales, cerca de una de cada doce mujeres tendrá cáncer de mama en algún momento de su vida. Este diagnóstico trae consigo dificultades físicas, emocionales, económicas y familiares. ¿Cómo enfrentarlo?
Las personas con cáncer de mama en Bolivia tejen redes de apoyo en las que comparten experiencias de recuperación, formas de ahorrar en los tratamientos e, incluso, se organizan para movilizarse en casos de negligencia médica.
“Algunas veces me llaman pidiéndome que llame a otras mujeres para apoyarlas porque se encuentran deprimidas. Entonces, yo les llamo y pregunto: ‘¿cómo están?’ Siempre les digo que son importantes para mí. Les digo: ‘tú eres mi familia, si tú estás bien yo voy estar bien’. Siempre trato de apoyarlas”, cuenta Giovana.
Giovana fue diagnosticada con cáncer de mama en febrero del año pasado. En abril empezó su primera radioterapia, ahora se encuentra en recuperación.
Por su parte, Lucia Richter, oncóloga clínica de la Caja Petrolera de Salud y del Centro de Oncología Molecular Bolivia, resalta los resultados positivos en las pacientes que pertenecen a grupos de apoyo. Especialmente, respecto a su compromiso para no desistir de los tratamientos.
“Permite a las pacientes compartir con las personas que han superado el cáncer, rodearse de la familia, los amigos y encontrar contención emocional”, añade Richter.
Cada año, en las Américas, casi medio millón de mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama. En las próximas décadas, hasta 2040, se prevé que la cantidad de diagnósticos de cáncer de mama en mujeres se incrementará en un 39%.

Tejiendo redes de apoyo para personas con cáncer
El tratamiento del cáncer de mama también puede ser colectivo, desde la solidaridad, el acompañamiento y la movilización.
En Cochabamba, un grupo de mujeres diagnosticadas con cáncer de mama y sus familiares crearon redes de apoyo para compartir información. Además, intercambian consejos para cuidar sus economías y experiencias positivas de recuperación.
“Hablamos sobre las medicinas con precios más bajos, recomendaciones de médicos y apoyo. Es un grupo de ayuda y movilización en caso de negligencia en la atención a las mujeres con cáncer”, dice Giovana.
Se trata de dos grupos de WhatsApp, con más de 300 personas, que comparten sus historias e información de utilidad. Giovana, ya en su proceso de recuperación, es parte activa de esos grupos.
Un caso similar es el de la página de la Organización de Pacientes con Cáncer de Cochabamba Bolivia. Una red digital de apoyo, información y de diálogo para intercambiar experiencias y también demandas.
La recuperación puede ser colectiva
Giovana vive en Cochabamba y cuenta que las mujeres que vienen a hacer sus exámenes por primera vez llegan asustadas.
“Todas hemos pasado por esa situación. Entramos a la quimioterapia con mucha inestabilidad emocional”, comenta.
Si bien los procesos de recuperación del cáncer de mama son esperanzadores, también están llenos de dudas, temores y procesos dolorosos, como la extracción de una mama o la pérdida de cabello. Ambas situaciones son más difíciles de sobrellevar para las pacientes, pero en colectivo se hacen más llevaderas.
“Los grupos de apoyo son muy importantes. Es más fácil empatizar con una persona que ya pasó por esto. Los mismos grupos de mujeres se apoyan y comparten los contactos de las especialistas, orientan a las pacientes nuevas a dónde dirigirse y cómo actuar”, reflexiona la oncóloga Lucia Richter.
Giovana dice que en el proceso de la enfermedad, las mujeres siempre revelan muestras de dolor, tristeza y preocupación. Les recomienda a sus compañeras mantenerse ocupadas, distraer su mente y apoyarse en su familia.
El apoyo y el acompañamiento colectivo de las mujeres con cáncer de mamá son parte de estos espacios de autocuidado, que contrastan con la falta de apoyo psicológico especializado.
“Hay mujeres que vienen solas, sin el apoyo de su pareja. Entonces entre nosotras tratamos de apoyarnos, de abrazarnos”, agrega Giovana. Además, reclama que, en el Hospital Viedma de Cochabamba, exista solo una psicóloga disponible para todas las mujeres con cáncer.
“Deberían designar más psicólogos para el área de oncología”, exige.
Cuidar la salud mental de las pacientes con cáncer
Un estudio reciente asegura la necesidad de mitigar los impactos en la salud mental de las personas que son diagnosticadas con cáncer de mama.
Según la publicación del British Journal of Cancer, la prevalencia de síntomas clínicamente significativos fue del 39% para angustia inespecífica, 34% para ansiedad, 31% para estrés postraumático y 20% para depresión.
“La salud mental en las personas con diagnóstico de cáncer es primordial. Esta es una enfermedad que afecta la parte física y mental”, dice la oncóloga Lucia Ritcher.
Lucia Richter explica que cuidar la salud mental puede ayudar a enfrentar de mejor manera el diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama. Asegura que abordar la salud mental mientras se vive con cáncer puede mejorar el pronóstico.
Cáncer de mama en Bolivia: “Es vivir de susto en susto”
“El primer día de quimio es el más difícil. Vivir con cáncer de mama es vivir de susto en susto”, lamenta Giovana.
En los últimos años el aproximado de casos de cáncer de mama en Bolivia alcanza a 1,500 anuales y la mortalidad da un estimado de 400 mujeres que pierden la vida al año, según el Ministerio de Salud.
Cuando Giovana recibió los resultados de sus estudios médicos la respuesta del médico la asustó. Estuvo apunto de desistir del tratamiento y de otras consultas médicas.
“Recuerdo la respuesta cruda del médico al decirme que podría morirme”, cuenta Giovana.
Según datos del Ministerio de Salud en 2017, el cáncer de mama representa el 16% de los tipos de cáncer que afectan a las mujeres, después del cáncer de cuello uterino (21, 9%) y de igual manera se constituye en la segunda causa de muerte en mujeres en el país.
Después de su diagnóstico Giovana buscó ayuda en sus familiares y amigos para lograr cubrir los costos económicos y, sobre todo, sentirse acompañada en su camino de recuperación.
En 2020, hubo más de 210,000 nuevos diagnósticos de cáncer de mama en América Latina y el Caribe, y casi 68,000 muertes, según la Organización Panamericana de la Salud.
El cáncer de mama es el cáncer más común y la causa más común de muerte por cáncer en las mujeres en las Américas.