Los mosetén, antes de salir de cacería, suelen hablarle al monte. Le piden permiso para tomar sus animales. Cuando lo hacen, se dirigen a Marij, el dueño del monte y de todos sus animales. Esta deidad tutelar también recibe los nombres de Marij Marij o, más recientemente, Wakero.
“Ñïbe’yïtï’ wïyä’ Marij tyiti’ jebakdye’”
“Por favor, abuelo Marij, dame tus animales”
El Marij tiene una relación ambivalente con los mosetén.
Por un lado, es benévolo, los protege durante sus incursiones al monte y les permite que cacen sus animales para alimentarse. Por otro, castiga gravemente las cacerías exageradas o el abandono de animales heridos.
Esta autoridad, de alguna forma, alienta entre los mosetén un aprovechamiento consciente de los recursos que ofrece la naturaleza.
Como bien apunta Daniela Ricco, esta relación entre los mosetén y sus deidades plantea “normas de explotación racional de los recursos que protegen estos seres”.
Pero lejos de un vínculo “armonioso y pacífico”, como podría entenderse desde lecturas esencialistas, estas relaciones plantean fuertes tensiones entre los mosetén y sus deidades.
Asimismo, es necesario apuntar que muchas de estas dinámicas se han ido transformando en el tiempo. Ricco argumenta que las necesidades de los mosetén se han transformado en la actualidad. Pese a que muchos aún creen en la naturaleza como “un espacio vivo”, hay necesidades económicas que necesitan satisfacer.
Por otra parte, hay muchas personas mosetén que ya no comparten esta cosmovisión.
La caza como una compleja práctica sociocultural mosetén
El Marij, como el resto de los dueños mosetenes, es presentado como protector, regulador, sabio y severo en sus penitencias. Tiene, además, rasgos humanos: puede ser vengativo, tacaño o generoso.
Entre los mosetén creen que cuando los cazadores son demasiado ambiciosos o lucran con las presas, reciben el castigo del Marij.
Lo mismo sucede si es que el cazador es torpe, poco certero y no logra matar al animal. Si la presa queda lastimada, Marij enfurece. Porque es esta deidad la que cría a los animales y los cura cuando están heridos.
Esto último también permite entender por qué, entre los mosetén, la transmisión de conocimiento y los procesos de enseñanza alrededor de la naturaleza, sus animales y la caza son tan desarrollados. Además, están íntimamente conectados con la transmisión de la historia y la religiosidad mosetén.
“En suma, la caza, como práctica cultural ancestral de los pueblos tsimane’ y mosetén, supone el dominio de destrezas físicas y el conocimiento complejo de hábitos y características de los animales y del territorio, del comportamiento de las presas, de los códigos de la naturaleza, de las prácticas rituales y de los sistemas discursivos de su pueblo”
En el libro ‘A’mo’ durus in. Saberes y aprendizajes entre los tsimane’-mosetenes de Pilón Lajas’
Cuando cometen alguna de estas faltas, los cazadores mosetén son castigados con enfermedades o accidentes en el monte. Estas desgracias también pueden perseguir al resto de su familia.
Además, el Marij suele espantar a quienes salen de caza demasiado seguido. Suele espantarlos con ruidos extraños (“como el tañido de alguna campana”) o poniéndole en el camino animales “agusanados por la mitad” y “con aspecto cadavérico”.
“Puede aparecerte el dios del monte en cualquiera forma. En forma de águila, te puede atacar, en forma de un tigre, en forma de una víbora, porque cada vez estás entrando al monte y te pica eso, puede venir un viento fuerte, por ese sector y te puede atrapar. (…) otros hacen ruidos, parece que estuvieras viendo algo, tanto andando de noche, o entonces en el monte ves como gente, que camina, que te sigue, pero eso es cuando uno mucho va a cazar o mucho va a pescar”
Clemente Caimani, Asunción del Quiquibey (2007)
Otras prácticas mosetén relacionadas al Marij
Pero el Marij no solo habita el monte, sino que se desplaza junto con los animales y los cazadores. Cuando retornan de la cacería, los mosetén siguen una serie de rituales y mandatos. La mayoría relacionados con el Marij.
Apenas llegan, en un ritual parecido a la ch’alla, los mosetenes le agradecen a Marij por las presas. Con este fin, antes del retorno de los cazadores, las mujeres preparan chica de maíz. En una especie de celebración, beben la chicha y le dan de beber al monte.
“Toman, le dan chica ¡pa! Se derrama, ‘el abuelo estaba de sed’, dice. Ya ha tomado, ‘está de sed’ ya sirven, le echan a la tierra, otro taqui más ya se echa. ‘Sigue de sed, a ver tomaremos’ (…) Así era la costumbre, era muy bonito”
En el libro ‘En este mundo todo tiene dueño: un acercamiento a la religión Mosetén’
Algo similar ocurre cuando deben comer la presa. Los cazadores son los primeros en alimentarse y lo hacen con partes específicas de los animales. Después les sigue el resto de la familia. Para los mosetenes, este ritual sirve para que Marij, en las próximas incursiones, les provea más alimentos y garantice cazas exitosas.
El Marij tiene una compañera llamada Nayta.
Ella es una diosa de cuerpo grande, completamente cubierto de escamas de sábalo. Según relatos mosetenes, quienes busquen convertirse en “sabios de la naturaleza y curanderos”, deben acudir ante Nayta, enfrentarla e intentar quitarle una escama. Si lo consiguen, “llegan a ser poderosos y sanos”.
La figura de Marij en la cosmología mosetén es muy similar al de otras culturas amazónicas y chaqueñas.
Por ejemplo, los tacana tienen a Chibute o Baba Chibute, el dueño de los animales. Por su parte, los chiquitanos tienen al Jichi, una serpiente gigante que resguarda el uso adecuado del agua y el consumo mesurado de sus peces.
Fuentes
- Del Carpio, Mónica; Gutiérrez, Evelyn. (2017). Cuentos y relatos orales mosetenes. Un acercamiento a la cosmovisión indígena. ISEAT.
- Ricco, Daniela. (2016). En este mundo todo tiene dueño: un acercamiento a la religión Mosetén.
- Varios autores. (2011). Diccionario mosetén castellano, castellano mosetén. Organización del Pueblo Indígena Mosetén (OPIM).
- Varios autores. (2010). A’mo’ durus in. Saberes y aprendizajes entre los tsimane’-mosetenes de Pilón Lajas. Consejo Regional Tsimane’-Mosetén (CRTM).
- Barrientos, Javier. (2020). Sonorismo indígena y ciclos cosmológicos del agua en el piedemonte Andino-Amazónico. Antropología Americana.
- Varios autores. (2010). Tsinsi tsä’si tsinsi chhuyitidye” Nuestra vida, nuestros conocimientos. Organización del Pueblo Indígena Mosetén (OPIM).
- Nogales, Michelle; Miranda, Mijail. (2022). 31 mitos y leyendas ilustradas de Bolivia. Proyecto Muy Waso y Salvador Pomar.