El Lari Lari es una criatura que provoca mucho temor en las regiones andinas de Bolivia y Perú. Este ser mitológico es la primera consigna del reto GrafiCalaca 2022.
Dependiendo de la región, se presenta en distintas formas. En las zonas altas como un felino, en los alrededores del lago Titicaca como un ave. En otras zonas con impronta quechua, es asociado asocia a fenómenos como el viento, los celajes y las estrellas fugaces.
Como ave nocturna también se le conoce como Jinchukkaño. Según algunos autores, esta avecita tiene la capacidad de transformarse en gato de monte, perro, mono, serpiente, hombre, entre otros animales.
En su apariencia felina, el Lari Lari tiene ojos encendidos, pelaje rojizo y brillante. Por estas características también recibe el nombre de Antawalla (cometa o espíritu maligno con forma de fuego).
Su grito y su canto se asemejan a la voz humana. A veces se le confunde con el guajojó.
Esta criatura es capaz de imitar “perfectamente la voz de los parientes y amigos, con lo que llega a engañar y engatuzar a los pobres viajeros”.
Además, “es muy zalamero y tiene el don de adivinar el presente, el pasado y el porvenir”.
La voz y el canto del Lari Lari suelen provocar somnolencia en quienes le escuchan. Cuando sus víctimas duermen, les arrebatan el alma o la sangre del corazón.
En algunas regiones le atribuyen la enfermedad y muerte de mujeres embarazadas y parturientas, especialmente por graves hemorragias.
En varones se le asocia a sangrados profusos por la nariz.
“La defensa contra el Jinchukkaño (o Lari Lari) consiste en no dormir y pasarse la noche en vigilia”.
Dicen que el olor del tabaco y la coca hacen huir al Lari Lari.
El Lari Lari fue incluido en la lista del Graficalaca 2022 gracias a Ariel Camino.
Para escribir la descripción del Lari Lari usamos las siguientes referencias
- Leyendas y mitos callawayas. Enrique Oblitas Poblete.
- La vigencia del antiguo mito andino Lari Lari. Moraima Montibeller y Lupe Camino.