Una mala traducción de un sacerdote jesuita tergiversó la interpretación de los japiñuñus. Aunque habitualmente se los describe como duendes o fantasmas con senos largos y colgantes. Sin embargo, se trataría de deidades que habitaron y poblaron el mundo en su génesis.
Los japiñuñus o hapi ñuñus, son deidades muy antiguas, inscritas dentro la mitología preincaica. Pertenecen a la época de los gintilis o machu (humanos antiguos), quienes existieron antes que los incas.
Según los relatos más antiguos, los japiñuñu eran considerados un subgrupo de wakas. Se dice que su llegada al mundo sucedió “en oscuridad, sin sol ni luna”.
Los japiñuñus se manifestaron primigeniamente en las paqarinas. Allí mismo surgieron los antepasados de los primeros humanos. Las paqarinas, en términos generales, están divididas en cuatro grupos: cerros y quebradas, peñas vivas, lagunas y manantiales.
Algunas interpretaciones dicen que estos sitios también son considerados wakas. Son los lugares donde la pachamama «se abre» y están asociados “con la fertilidad y el contacto con el mundo de abajo”.
El gobierno de los japiñuñu
No existen muchas descripciones del aspecto físico de los japiñuñus, pero las crónicas hablan de su forma de gobernar el mundo de los humanos. «Hapi ñuñu, llashaq, atiq, manchachiq«: «el que agarra, y chupa, el que impone carga, saquea y despoja en guerra, el que vence, el que provoca miedo».
Los japiñuñu están asociados con una “religión muy sangrienta, que exigía muchas ofrendas humanas”. Los kurakas, o autoridades, dependían de estas deidades para continuar gobernando.
En algún punto de la historia, los japiñuñus no cumplían su deber como seres tutelares. Pedían demasiadas ofrendas, «tomando más vidas de lo aceptable».
Es así que el dominio de los japiñuñus habría terminado con la llegada de T’unapa Wari Willka.
T’unapa los expulsó a las montañas nevadas y “ les quitó el poder de exigir ofrendas y de gobernar a los hombres». Algunas narraciones dicen que, luego de su destierro, los japiñuñus fueron convertidos en duendes.
Una mala traducción
Una descontextualización etimológica del sacerdote Diego González Holguín en su traducción de las palabras quechua «japi ñuñu» distorsionó la comprensión de estos seres. El jesuita describió a los japiñuñus como “fantasmas o duendes que solían aparecer con dos tetas largas que podían asir dellas”.
La mayoría de las versiones contemporáneas de los japiñuñus están basadas en esta malinterpretación.
Según el etnohistoriador y lingüista Jan Szemiński, la traducción «agarra tetas» se correspondería con la combinación ñuñu hap’i o ñuñu hay’iq.
Los japiñuñus se incluyeron en la lista del Graficalaca 2022 gracias a Cecilia Alexandra Arce Barragán.
Para escribir la descripción de los japiñuñus usamos las siguientes referencias
Un kuraca, un dios y una historia. Jan Szeminski
Vocabulario de la Lengua General de todo el Perú llamada Lengua Qquichua o del Inca. Diego Gonzáles Holguín
Mito y mónada: la cosmovisión andina como base de la estética vanguardista. Marco Thomas Bosshard
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El GrafiCalaca es un reto inspirado en el inktober que rescata, desde las artes gráficas, mitos, leyendas, criaturas fantásticas y deidades de las culturas bolivianas. El reto es una cocreación de la revista Muy Waso y el artista Salvador Pomar.
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