Los Esse Ejja, son un pueblo indígena que habita la región amazónica entre Perú y Bolivia. Su población es pequeña comparada con otros pueblos originarios del país. Por este motivo y por distintas amenazas que enfrentan, su mitología y tradición oral está en desaparición y sus registros son escasos.
Sin embargo todavía prevalecen algunos relatos mitológicos como Bahuajja o la creación de ciertos animales.
Tatú, Téhui o Pejichi, son algunos de los nombres que se le da al armadillo en el oriente boliviano. Este animal es un componente central de la dieta de los Esse Ejja y por tanto tiene un papel simbólico y cultural significativo para esta comunidad.
Tatú y Edosiquiana
Según algunos registros de la tradición oral Esse Ejja, el Tatú y el saltamontes fueron los primeros habitantes de la tierra antes de que los humanos la «ensuciaran» (poblaran).
También se cree que el Tatú fue el primero en «remover la morada terrenal de Nuestro Padre». No se encontraron mayores detalles sobre este último testimonio, pero al igual que en otras narraciones de su mitología, podría tratarse de una influencia directa de las continuas misiones de evangelización en la región amazónica.
Otras fuentes, describen al Tatú o Pejichi como la «madre anciana de Edosiquiana», una de las deidades fundacionales de los Esse Ejja. A Edosiquiana se le atribuye la creación de animales y plantas. También cumple un rol de mediador entre la humanidad y la naturaleza.
“Edosikiana es el dueño de los animales, él es el poseedor por excelencia. Toda la fauna le pertenece durante la noche, pero sus animales de día son gente, sobrinos nietos de Edosikiana, son su familia y se comportan como tales. De manera que nosotros, gente, cuando cazamos animales estamos cazando a la familia del Edosikiana”.
El Tatú, un cuchillo y una canasta
«Téhui era una persona que un día se encontró con varios objetos en su casa y empezó a preguntarle a su hermana para qué servían. Primero, vio una canasta y preguntó: ‘¿Qué es esto?’. Su hermana le respondió que era un juguete para su sobrina y que se usaba para llevar cosas en la cadera. Téhui decidió probarlo y se lo puso en la nariz, diciendo que también podría servir para eso.
Luego, Téhui encontró un cuchillo y preguntó de nuevo. Su hermana le dijo que también era un juguete para su sobrina. Téhui decidió colocárselo entre los dedos, como si estuviera buscando otros usos para él.
Finalmente, Téhui vio un hueco en el suelo y preguntó para qué servía. Su hermana le explicó que era un lugar donde su sobrina podía jugar. Téhui, curioso, decidió entrar en el hueco para explorarlo. Pero cuando intentó salir, se encontró atrapado. A pesar de los esfuerzos de su hermana por sacarlo, tirando de su cola, no pudo liberarse. Y así, Téhui se transformó en el animal que conocemos hoy como Tatú.»
Fuentes
Kimura, Hideo . (1981). Antropología.No.3 Revista del Instituto Nacional de Antropología.
Verna, Maria Alejandra (1984). Göteborgs. Etnografiska Museum Arstryck. Algunos mitos de los Ese Ejja del oriente boliviano.
Cadogan León. (1992). Diccionario Mbya-Guarani Castellano.
Chavarría , María C. (2011). Las aventuras de Dokuéi, el venado y la creación de la agricultura.
López Salvatierra, Govanca Libia. (2018). Representación de personajes y hechos de la historia de Rurrenabaque.