Más de 140 colectivas, organizaciones y militantes feministas independientes se pronunciaron en contra de la escalada de violencia y criminalización (física, digital y mediática) que impulsan en Bolivia grupos reaccionarios y ultraconservadores.
Llaman a responder con unidad ante cualquier ataque antiderechos.
En el Día Internacional Para la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres miles de nosotras tomamos las calles, a nivel nacional y en movilizaciones de carácter independiente de todos los partidos políticos neoliberales, para denunciar la brutal realidad que vivimos las mujeres día a día.
Una realidad acentuada por la coyuntura política nacional, con el avance de sectores conservadores y antiderechos que van tomando cada vez más cuerpo en los distintos departamentos del país.
De forma repudiable, estas sectas violentaron a las compañeras y compañeres movilizades durante el 25N en diferentes departamentos de Bolivia.
En Santa Cruz, los grupos clericales antiderechos, vinculados a la Unión Juvenil Cruceñista y el Comité Cívico Pro Santa Cruz, apostados en la plaza 24 de Septiembre, no tardaron en agredir a las compañeras y compañeres que se movilizaron en ese espacio público.
Lanzaron insultos machistas, homofóbicos y racistas, acompañados por violentas agresiones físicas.
Similar situación se vivió en Potosí, donde sectores dirigidos por COMCIPO, grupo abiertamente contrario a las organizaciones feministas y las luchas de las mujeres, amedrentaron a las manifestantes con insultos altamente patriarcales, discriminatorios e incluso con agresiones físicas.
En La Paz, por su parte, las sectas fundamentalistas no dudaron en lanzarse a provocar a las marchistas desde la iglesia (de San Francisco) por la que cruza toda movilización por el centro paceño. Insultaron a las movilizadas y sostuvieron actitudes violentas.
Tras este hecho, los medios de prensa hegemónicos como Red Uno, ATB y Urgente.bo, dieron palestra a estos grupos, quienes se victimizaron y apuntaron directamente a las organizaciones lesbofeministas y Pan y Rosas, como supuestas responsables de “actos vandálicos” contra instituciones clericales.
Ante estos hechos, nosotras, distintas organizaciones, colectivos y activistas del movimiento de mujeres y feministas, nos manifestamos:
- Repudiamos las provocaciones, insultos y agresiones físicas ejercidas por parte de grupos conservadores y antiderechos en las movilizaciones de Potosí, Santa Cruz y La Paz. En el caso de La Paz, denunciamos las amenazas contra activistas feministas y mujeres trabajadoras tras la movilización del 25N. Nos solidarizamos plenamente con las compañeras víctimas de estos hechos y sumamos fuerzas para denunciarlos y hacerles frente, en unidad.
- Denunciamos que esta avanzada antiderechos viene actuando con la complicidad del Estado y la protección de la Policía, una institución violadora y feminicida que reprime constantemente las movilizaciones del movimiento de mujeres y feministas, para luego defender a grupos antiderechos y de corte machista, racista, lesboodiante, LGBTIfóbico, capacitista y clasista.
- Denunciamos la instrumentalización de los partidos políticos hacia el movimiento de mujeres y feministas, que ha incrementado la violencia, ataques y la criminalización a activistas feministas.
- Denunciamos que los medios de comunicación hegemónicos, incluso en fechas conmemorativas para la lucha de las mujeres, visibilizan más a los grupos clericales de corte misógino, que la oleada brutal de violencia patriarcal que en el país cobra la vida de una mujer cada 3 días. El fin de tal campaña de desprestigio contra las movilizaciones del 25N, fue generar desinformación y justificar la represión del Estado. En el caso particular de La Paz, esto ha cobrado un peligroso rumbo tras apuntar directamente sobre grupos de compañeras para criminalizarlas y perseguirlas en una cacería de brujas.
- Nos declaramos en estado de alerta frente a esta violencia que forma parte de una escalada de criminalización ejercida previamente contra otras organizaciones de mujeres y feministas en Potosí, Tarija, Santa Cruz y La Paz.
- Estamos conscientes de que el envalentonamiento de dichos grupos antiderechos, que avanza con la extrema derecha nacional y regional, en este contexto, es una grave amenaza contra elementales derechos conquistados. Nos declaramos unidas frente a estas arremetidas y llamamos a todas las organizaciones de mujeres, feministas, de derechos humanos y populares, a permanecer alerta y responder de forma unitaria a todo ataque.
¡Si tocan a una, nos organizamos miles!