Compartimos una obra de la genial poeta paceña Jessica Freudenthal y el reciente ganador del Premio Nacional de Poesía Anuar Elías. Basado en el poemario ‘Demo’ de la escritora, un videoarte para celebrar a «nuestra patria destajada».
<<OCCIRIENTE cuestiona, desde la forma y el contenido, la articulación del discurso, de lo que se considera “políticamente correcto” dentro de la oralidad y la escritura. La obra se vale de la articulación-desarticulación del discurso visual, que objeta lo “visualmente correcto”. Cuestiona al sujeto de la de la enunciación en primera persona “yo” a través de la manipulación trabajo lingüística y semántica de aquellos que enuncian el discurso: yo, tú, él, ella, ¿nosotros?
OCCIRIENTE simboliza un choque, pero también una nueva unidad. Como potencial metafórico tiene referentes universales, pero produce un nuevo espacio, desconocido, presto a llenarse de nuevas significaciones y referencias. Carga en su propio nombre la historia de la humanidad.
OCCIRIENTE lleva en sí mismo la ruptura, la fragmentación, la trascendencia de tiempos, lugares e individuos. La palabra “occiriente” es un neologismo. En su naturaleza carga el potencial de la trascendencia, por abrir nuevos significados, nuevas posibilidades de comunicación y comprensión del mundo. Es la metáfora de una propuesta trascendental de discurso, de visión de nación, de país, de mundo… Es una “ventana” a mirar y oír distintos pensamientos y opiniones sobre el contexto, a conocer “la otredad”, es decir, lo desconocido, o aquello que no sabemos cómo o no queremos conocer. Por ello se trabaja lo “políticamente incorrecto” y lo “políticamente correcto”, permitiendo una mirada “más allá” de uno mismo, que trasciende al “yo”.
Según Consuelo Vallejo Delgado de la Universidad de Granada en su artículo Discurso y forma en el Arte y la Estética Contemporánea plantea que:
El discurso artístico actual se encuentra adscrito al universo del concepto y la palabra. La línea argumental que subyace a la obra artística, su génesis como desenlace de un proceso que se proyecta desde el artista hacia el espectador, transforma la estética contemporánea en un juego de formas y mensajes, donde la palabra, sea en forma de título o discurso sonoro se hace protagonista de lo visual.
Así, la relación entre texto y audio cobra sentido mediante la articulación de las partes: la palabra como imagen, el discurso como obra de arte, el contenido como metadiscurso. Según García Jiménez (1994): el contenido narrativo de un discurso está formado por un complejo entramado de pequeños microtextos que constituyen “historias atómicas”. El sentido del texto completo se resuelve por la articulación y vertebración de estas historias.>>
Jessica Freudenthal
La Paz, 2010