Tras el cierre de Página Siete, casi inmediatamente, muchas organizaciones y personalidades periodísticas emitieron comunicados y mensajes de solidaridad. Luego de las recientes denuncias de extrabajadores sobre adeudos patronales de hasta más de siete meses de salario, hasta la publicación de esta nota, no hubo las mismas muestras de respaldo ni solidaridad.
El 29 de junio de 2023, Página Siete, uno de los medios de comunicación más grandes de Bolivia, anunció su cierre. La noticia que llegó tanto al público como a los trabajadores del medio simultáneamente y de manera intempestiva.
Raúl Garáfulic Lehm, Presidente del directorio, comunicó la decisión, dejando a los empleados sin una fuente de ingresos y enfrentando deudas acumuladas por salarios impagos de hasta siete meses.
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Más de siete meses sin salario
Los trabajadores, que habían mantenido la operación del medio incluso en medio de dificultades financieras personales, confiaban en las promesas de financiamiento y revitalización del proyecto. Sin embargo, después de meses sin respuestas, decidieron compartir su denuncia públicamente.
A pesar de las promesas de Garáfulic de priorizar el pago de sueldos adeudados y beneficios sociales, tras más de tres meses del anuncio y 11 meses desde el primer incumplimiento de pago de salarios, los trabajadores aún no han recibido pagos ni beneficios.
Además, las negociaciones para la venta de la marca y el pago a los trabajadores, de las cuales los trabajadores estaban pendientes, no se materializaron en acciones concretas.
Intentos de conciliación y engaños
Los trabajadores, en un intento de conciliación, presentaron cartas de renuncia. También aceptaron solo un porcentaje y no la totalidad del pago por finiquitos y salarios adeudados.
Además, enfrentaron las advertencias de Garafulic de que los procesos laborales podrían prolongarse durante años. Según apuntan en un comunicado de prensa colectivo, él dijo que haría lo posible por dilatar el proceso.
A pesar de estas concesiones, los trabajadores se encontraron con cheques sin fondo. Además, los principales responsables del medio, Garáfulic y el otro representante legal, Carlos Saravia, fuera del país.
Ante la falta de respuesta del Ministerio de Trabajo y la Central Obrera Boliviana, los trabajadores han activado un proceso laboral para exigir el pago de lo que legalmente les corresponde. En estas circunstancias, son representados por el abogado laboralista Álvaro Vásquez Orozco.
A través de sus redes sociales, “Página Siete-Extrabajadores”, informarán sobre las acciones y actualizaciones relacionadas con su cruzada.
Los trabajadores al olvido
Pese a que fueron los esfuerzos de los trabajadores de base los que mantuvieron en funcionamiento a Página Siete durante meses, sus denuncias no tuvieron la misma repercusión que el anuncio de la quiebra del medio.
Organizaciones que se habían pronunciado rápidamente tras el cierre de Página Siete, como la Asociación Nacional de la Prensa o la Asociación de Periodistas de La Paz, hasta el momento de la publicación de esta nota no emitieron ningún comunicado sobre la situación de los extrabajadores.
Otras figuras destacadas del periodismo boliviano todavía guardan silencio al respecto. En junio, también habían reaccionado casi de inmediato ante el anuncio de Garáfulic, el cierre de Página Siete como un golpe a la democracia.