Ritmos latinos, migración, representación, español, bailes. Esas conexiones rítmicas, sociales e identitarias son el legado de la carrera de Selena Quintanilla.
Así es como Selena se convirtió en el primer ícono de la latinidad nacida en Estados Unidos.
El estadio Astrodome de Houston, Texas, está completamente iluminado. Hay más de 67 mil personas, un récord histórico de asistencia. Se oyen aplausos que caen como piezas de dominó y una avalancha de gritos extasiados y fuegos artificiales.
Es el 26 de febrero de 1995, es la última canción de Selena en su último gran concierto.
Siempre que lo veo, deseo que no termine nunca.
Mi corazón empieza a cantar «Bidi Bidi Bom Bom» porque puedo escuchar y sentir a Selina. Allí está, con el icónico bodysuit de púrpura resplandeciente.
Pasaron 28 años después de este concierto de Selina y siento que es el mejor en el que jamás podré estar.
Sí, Selina. Así con “i”, como «manda» la pronunciación en inglés de Selena, ella misma lo aclaró en una entrevista. Pero su familia, las latinas y latinos, sus fans en todo el continente le decimos Selena, con «e» de español.
Selena es símbolo del orgullo del spanglish (mezcla de español e inglés) e incluso de la reapropiación de las «pochas”, esa forma despectiva para referirse a las hijas de migrantes nacidas en Estados Unidos, alejadas de sus raíces, de su lengua, de sus costumbres. Como Selena, latina por herencia y estadounidense de nacimiento.
Pero Selena, en los 90, lo sacudió todo. Removió todas las etiquetas posibles, resignificó el sentido de pertenencia. Selena es de aquí y de allá.
“Todo por Selena”
María García descubrió a Selena Quintanilla a los siete años. La vio por primera vez en la televisión. Selena tenía una cascada de cabello negro, labios rojos, piel morena, pantalones ajustados y unos aros como pendientes.
«A veces ella baila como mis tías en México y como mis amigas en Estados Unidos», pensó María.
“¡Oh my god! Esta mujer es como yo, y nunca había visto a alguien como yo, nunca había visto en la tele a alguien que me recordara a mí”, así describe María García, directora ejecutiva de Futuro Studios y creadora del premiado podcast «Anything for Selena«, dedicado a la «Reina del Tex-Mex».
Puedes conocer entrevistas a personajes de padres migrantes y testimonios de vida en este podcast de 9 episodios en los que Selena es un eje articulador de los fenómenos de la música, la migración, la latinidad y la identidad.
Para María siempre fue normal no sentirse de aquí ni de allá. De su infancia recuerda la frontera, sus padres migrantes y su vergüenza por hablar español. Pero cuando llegó Selena, Selina, algo cambió su vida.
Cruzar las fronteras del lenguaje y la identidad
La primera vez que Selena llegó a México cantó en español por fonética. Fue una presentación en Matamoros en 1987. Ahí, Selena y Los Dinos interpretaron su versión de “La Bamba”.
Selena no creció hablando español, lo aprendió mientras grababa las primeras canciones de su disco. Así también, María descubrió en Selena la libertad para reconocerse pocha.
Selena cruzó a México, Selena era pocha, la reina de todas las pochas. María era como Selena, una mujer mexicoamericana de clase trabajadora.
La palabra pocha se utilizaba con un sentido un tanto despectivo hacia los hijos de mexicanos nacidos en Estados Unidos. O personas mexicanas que emigraron a los Estados Unidos y adoptaron costumbres o modales estadounidenses.
Selena representa a quiénes se debaten entre ambos lados de la frontera. Selena expuso a la comunidad latina de manera multidimensional cuando se trata de lenguaje, apariencia e identidad. El legado de Selena otorga complejidad y diversidad al ser “latino” en Estados Unidos.
El Día de Selena
Este 2023 Selena cumpliría 52 años.
El 16 de abril de 1995, en honor a su fecha de nacimiento, el exgobernador de Texas y luego expresidente de Estados Unidos George W. Bush declaró la jornada como el Día de Selena. Lo hizo dos semanas después de que la estrella latina fuera asesinada a sus 23 años.
La presencia de Selena en los escenarios y en el corazón de su público latino y estadounidense también impactó en la esfera política.
Nació en Lake Jackson, Texas en 1971, en una familia de padres mexicoestadounidenses de segunda generación.
Inició cantando música en inglés y luego en español, fueron los ritmos tropicales y latinos, como las cumbias y boleros, los que la convirtieron en una representación de orgullo y resistencia. Hasta el día de hoy, películas, series, libros y documentales rinden tributo a una leyenda que aún no muere.
En 1993 hizo historia por ser la primera mujer del género tejano en llevarse el Grammy anglosajón al «mejor álbum Mexico-Americano».
En tanto, entre sus canciones más premiados se encuentran «Como la flor» (N° 6 en Billboard Hot Latin Tracks), «Bidi bidi bom bom» (N° 1 en Billboard durante cuatro semanas en 1994) y «Dreaming of you» (22° en Billboard Hot 100 en 1995, además de tener versiones de Camila Cabello y Bruno Mars, entre otros).
Su legado
Una decena de artistas hacen covers de sus canciones. Beyoncé se proclamó fan. En el centro de Corpus Christi hay una estatua de tamaño natural de Selena en bronce, está ubicada junto a la entrada de People’s Street T-head. Ahí se encuentra el popular «Mirador de la Flor».
El mundo de Selena giraba alrededor de esa frontera que partía la identidad en dos. Ni de aquí ni de allá.
A 28 años de su muerte, su legado y canciones siguen vivas. Desde ese spanglish hasta su larga cabellera con textura y frizz la hacen un ícono.
Su música conectó con lxs latinos y personas migrantes en Estados Unidos durante los noventa. En esos años Estados Unidos experimentaba la llegada de migrantes mexicanos.
Según el censo del 2000, la población hispana en Estados Unidos aumentó en un 57,9%.
El aumento de la migración de 1965 hasta el final de los años 1970 reconfiguró los escenarios sociales y políticos.
En ese entonces los activistas políticos y la burocracia empresarial señalaban la migración de latinos como una amenaza grave para Estados Unidos. Así se construyeron representaciones negativas sobre las personas migrantes.
Selena mural
2431 W. Jefferson Blvd., Los Angeles, CA 90018 pic.twitter.com/4xpvgt01yy
— Tony Alexander (@TheAnthonyAlex) January 11, 2021
La “Selenidad”
Selenidad es saber quién eres y permitirte ser. Es reconocer tus raíces migrantes, es habitar la frontera, es hablar spanglish, y es abrazar tu tez morena. Es el deseo de no ser invisible.
“Selenidad es lograr tus metas sin renunciar a las partes que te componen”, así lo describe el diseñador de moda y fan de Selena, Curly Velasquez, en el podcast “Todo por Selena” de María García.
Selena fue un símbolo latino en expansión, y que se vio interrumpida por su muerte el 31 de marzo de 1995. Fue asesinada por la presidenta de su club de fans. El hecho impactó en las comunidades de migrantes, latinos y la sociedad en general.
Estar triste por Selena, llorar por ella y quererla es y fue político.
“Selena for Sanctuary», es un evento que casi cada año ofrece un show gratis en el Lincoln Center en Nueva York. Surgió de la iniciativa ‘Solidarity for Sanctuary’ en California. Es un concierto organizado por Doris Muñiz para recaudar fondos para pagar abogados del proceso migratorio para sus padres migrantes.
En el evento de 2018 participaron cantantes como la chilena Mon Laferte, la guatemalteca Gaby Moreno y la estadunidense Nina Díaz, entre otras.
De alguna manera, allanó el camino para que una nueva generación de artistas contemporáneas y latinoamericanas tuvieran presencia en los escenarios internacionales.