Una astrofísica, una investigadora y un olvidado aspirante a doctor son los «verdaderos» artífices de una de las mejores portadas de la historia del rock. Conoce aquí su historia.
Sergio Hidalgo
Generalmente cuando recordamos Unknown Pleasures, el primer disco de Joy Division, viene a nuestra mente Disorder o She’s Lost Control, dos verdaderas joyas de la pequeña lista de canciones que forma parte de la breve historia del grupo. Sin embargo, otro elemento sumamente icónico del LP es la portada del álbum, la cual no representa una cordillera, como muchos podrían pensar al verla, sino las señales recibidas por el primer púlsar registrado por la ciencia.
La famosa portada es obra del diseñador gráfico Peter Saville, quien tomó la ilustración de la Enciclopedia de Astronomía de Cambridge de 1977 —en donde no le daban crédito al autor— al verle potencial como “un símbolo maravilloso y enigmático”, aunque invirtiendo los colores del dibujo original. La imagen representaba el descubrimiento de la astrofísica Jocelyn Bell, quien mientras realizaba investigaciones para su doctorado en el Observatorio de Arecibo, Puerto Rico, al lado de su tutor, el científico Antony Hewish, detectó con ayuda de un radiotelescopio una señal de radio de corta duración originada fuera de la Tierra, la cual se repetía sistemáticamente cada 1,337 segundos.
Como broma personal, Bell y Hewish bautizaron a la señal como LGM1 (Little Green Men 1). Poco después, descubrieron que la señal correspondía al primer púlsar del que se tenía constancia, el cual se conoce actualmente como PSR B1919+21. A pesar de eso, hasta ahora se desconocía el nombre del autor del diagrama publicado en 1977, que luego serviría como inspiración para el disco de Joy Division.
De acuerdo con una reciente investigación dada a conocer en la revista Scientific American, la imagen generada por computadora que aparece en la portada de Unknown Pleasures ya tiene un padre oficial. Lo anterior se consiguió gracias al trabajo de la científica Jen Christiansen, quien revisó todo el material referente a la Universidad de Cambridge y al Observatorio de Arecibo que apareció entre 1968 y 1971, para dar con el autor del famoso diagrama.
Christiansen localizó la primera publicación en la que se incluía la gráfica del púlsar descubierto por Jocelyn Bell, la cual había sido dada a conocer en dos anteriores documentos científicos (un número de Scientific American de 1971 y el libro suizo Graphis Diagrams de 1974) antes de llegar a la Enciclopedia de Astronomía de la Universidad, aunque en ninguno de ellos le daban crédito al autor.
Después de escarbar en miles de trabajos académicos de la época, la investigadora localizó una tesis doctoral editada en la Universidad de Cornell en 1969, cuyo nombre era Observaciones radiales de los perfiles del pulso y las medidas de dispersión de doce púlsares. En su trabajo de investigación, el aspirante a doctor, Harold D. Craft Jr., diseñó y usó la ahora famosa ilustración que una década después aparecería en la portada de Unknown Pleasures.
La investigadora localizó a Craft Jr., quien confesó que durante la investigación de su tesis doctoral, él y un grupo de compañeros de la Universidad de Cornell realizaron una estancia en el Observatorio de Arecibo, donde coincidió con los descubridores del púlsar. Además recordó que él mismo diseñó el programa con el que se realizó el dibujo, el cual retocó con tinta china para que se viera mejor en la impresión de su tesis.
Craft Jr. mencionó que un profesor de astronomía amigo suyo le mostró el disco de Joy Division hace varios años. Al instante reconoció su dibujo:
“Fui corriendo a la tienda de discos y allí estaba. Así que me compré un álbum, y al llegar a pagar a la caja vi que tenían un póster con la imagen, así que compré uno de esos también, sin ninguna razón en particular, excepto que es mi imagen, y yo pensé que debería de tener una copia del mismo. “
Lamentablemente, tanto la descubridora del púlsar, como el realizador del dibujo, no alcanzaron el reconocimiento que merecían. Jocelyn Bell no fue distinguida por su hallazgo, el cual le mereció a su tutor, Antony Hewish, el Premio Nobel de Física en 1974. Mientras que Harold D. Craft Jr. no obtuvo ni un peso de la explotación de su imagen, algo que sí ha conseguido hacer Peter Saville.