En medio de un entuerto legal, millones de estudiantes y sus familias siguen en vilo respecto al año escolar. El Estado siguen sin presentar proyectos educativos tangibles y las promesas se siguen acumulando. ¿Qué alternativas hay? Aquí una que nace desde la ciudadanía.
Dice Arturo Murillo que prefiere que su hijo “se quede ignorante” a que se enferme por la COVID-19. Lo que no dice el Ministro de Gobierno, es que garantizar el acceso a la educación es una obligación constitucional del Estado, además de un derecho humano. Una simple disposición ministerial no puede ponerse por encima del bienestar de les niñes, solo porque los responsables no encuentran soluciones.
Un fallo de la Sala Constitucional I de La Paz anula la resolución 0050/2020 del Ministerio de Educación, que dejó sin este derecho elemental a más de dos millones de niñes y adolescentes en Bolivia. Desde el Gobierno, advierten que esta determinación aún debe ser revisada por el Tribunal Constitucional Plurinacional.
Bolivia es el único país del mundo que arremetió contra la educación en medio de la pandemia. La medida fue criticada por instituciones como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Antes de que la Justicia emitiera este veredicto, impulsado a través de una Acción Popular, Víctor Hugo Cárdenas estuvo muy activo en redes sociales, haciendo campaña, defendiendo a su Gobierno o cuestionando el lenguaje inclusivo y alentando, desde su fanatismo religioso, discursos de odio en contra de feministas y comunidades LGBTIQ+.
Un texto breve pero con suficientes razones para impedir las innecesarias complicaciones del "lenguaje inclusivo" (todos, todas, todes; presidente, presidenta, etc).
Léanlo, sobre todo profesores de lenguaje.
https://t.co/76wpkYEZ9f— Víctor Hugo Cárdenas (@vhcardenasc) August 17, 2020
Un tiempo que la primera autoridad ejecutiva en Educación pudo invertir mucho mejor buscando alternativas al cierre del año escolar, para paliar una medida que provocó un sinfín de inconvenientes en estudiantes, tutorxs y, sobre todo, maestrxs del sector privado.
La orden de la Justicia le otorga un plazo de 10 días al Ejecutivo para reaccionar. Pero, antes que buscar soluciones, parecen estar orientados a defender una medida muy impopular incluso entre sus seguidores.
Ante la emergencia, la oficina de Cárdenas no hizo más que lanzar promesas que nunca encontraron resultados. Desde hace más de cinco meses el ministro y su equipo no lograron concretar ni un solo proyecto de emergencia. En la región, en países con limitaciones similares a las nuestras, reaccionaron de manera clara y ejecutiva.
Cuando Cárdenas no pudo hacer más, decidió arrancar el “problema” de raíz. Sin siquiera intentarlo, el exvicepresidente decidió reprobar por cuenta propia y llevarse con él toda una gestión escolar.
Por fuera de su despacho, iniciativas e ideas para no dejar a millones de escolares sin educación se replicaban, muchas veces a espaldas suyas, pese a los pedidos de coordinación.
Una de ellas pretendía imitar el formato de Netflix para dictar clases vía streaming. Sobre esta alternativa y otros debates en torno a la educación escribimos a continuación.
Netflix para estudiantes
Alejandro Salamanca es ingeniero de sistemas, pero tiene experiencia como maestro, mientras cursaba esta carrera.
Desde entonces conoce muy bien y se interesa por la relación entre la educación y la tecnología.
Él y otros miembros del proyecto Respuesta Ciudadana, plantearon a principios de junio una plataforma de colegio sin estudiantes y con profesores en streaming.
La idea se expuso a ejecutivos de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de la Información y la Comunicación, para analizar la posibilidad de crear una página web donde alojar las clases grabadas de todos los niveles y materias.
Algo así como un servicio de Netflix, pero para el aprendizaje y gratuito.
“Es una idea sencilla. La dificultad está en la producción del contenido, necesitaríamos tantas cámaras y profesores como materias existen. (Sería) como un colegio sin alumnos”, explica Alejandro.
Esto facilitaría al resto de los profesores continuar con las clases, pidiendo a lxs estudiantes revisar los contenidos colgados en la plataforma.
¿Y los costos para las familias? La gratuidad sería garantizada a través del acceso a un sitio web sin costo, desde una computadora o celular. El Estado tendría que encargarse de la gestión con las telefónicas, aunque los antecedentes no sean los mejores. El portal Bolivia Segura fue anunciado como un sitio de libre acceso, sin embargo, varias operadoras cobran por los megas que se usan para visitarla.
El sistema para educación virtual. Si el acceso al sitio web es gratuito, resolveríamos el acceso a los contenidos para una muy grande porción de estudiantes.@YatinaIyambae @LuixSP @erlaniux @Ju_Samka @e_liana @minedubol @mae_agetic_bo @AgeticOficial pic.twitter.com/2gZLWPqLI2
— Alejandro Salamanca 🐧 (@semptrion) August 5, 2020
Siguiendo con el «Netflix de clases», otra de las tareas, nos cuenta Alejandro, está en la administración del sitio web, que debe funcionar como soporte para las tareas que se envíen a lxs estudiantes.
¿A quién le correspondería esta labor? Al Ministerio de Educación.
“Las condiciones prácticas y tecnológicas están dadas, pero tiene que ser el Ministerio de Educación quien se encargue de producir los contenidos”, insiste Alejandro.
https://t.co/RK8zLyN7D7
Tratamos de comunicarnos con @vhcardenasc en el @minedubol desde principios de junio…
SIN ÉXITO.— Alejandro Salamanca ?? (@semptrion) August 3, 2020
Incluso piensan que otros proyectos pueden sumarse o trabajar en sinergia con este. Por ejemplo, en el caso de poblaciones sin acceso a internet, se podría gestionar el envío de DVD o realizar transmisiones por radio o televisión.
Las evaluaciones y la interacción con los estudiantes son retos a resolver, pero el germen de una posible solución, aplicable en un plazo corto, está ahí.
Limitaciones
Pero también existen algunas trabas y problemas por resolver, esta es una realidad innegable.
Eliana Quiroz es activista digital y parte del directorio de la fundación Internet Bolivia. Sobre la falta de medios para acceder a recursos tecnológicos para la educación, plantea una limitación real: “tenemos miedo a la tecnología, culturalmente”
Como ejemplo, las miles de computadoras entregadas por el anterior Gobierno, que nunca orientó su uso de manera provechosa para docentes o estudiantes.
Los directores de establecimientos educativos fiscales guardaron los equipos bajo siete llaves, en muchos casos. Eliana explica que esta actitud “es razonable de entender, porque tenían miedo que se dañen y por eso las guardaban”.
Quizás en un intento por responder a este inconveniente, Cárdenas gestionó alianzas con gigantes de la tecnología, aunque los resultados no sean los mejores. Por una lado, según opinan especialistas en el tema, estos acuerdos, a largo plazo, acentúan la dependencia tecnológica del país y, por el otro, en cuanto a capacitaciones, tienen un resultado risible: 100 becas para un país con más de 150 mil profesores.
Otro gran inconveniente es el del acceso a internet y sus costos.
Sobre las empresas que proveen estos servicios, Eliana considera que “no tienen más afán que vender, no están con una visión de política pública, por eso tiene que ser el Estado quien (las) regule”
Pese a las limitaciones y dificultades, para ella la clausura del año escolar “parece una decisión tomada a la ligera, porque no hay una posición clara”.
Complementos
Judith Apaza también es parte del proyecto Respuesta Ciudadana, que se formó como una respuesta a la limitada reacción del Estado respecto a la difusión de información confiable y urgente.
Es voluntaria, auditora, y empresaria, apasionada por los proyectos colaborativos y entiende la educación también desde esa perspectiva: el trabajo colaborativo por el bien común.
“Algo que está faltando mucho es metodología. La educación no es una transmisión de contenidos solamente, es un proceso social con retroalimentación, diálogo y muchas propuestas tienen canales unidireccionales que debemos revisar”, opina sobre las alternativas que surgieron y apunta a complementar esos proyectos bajo estas premisas.
“La escuela es un proceso social, una responsabilidad de todos”, continúa. Pero también nos explica que como tal, la educación formal, la que valida tus conocimientos, no es necesariamente la única.
“La educación es importante siempre y cuando sea integral. Si alguien no ha recibido educación formal no quiere decir que no alcanzará el éxito, solamente que sus habilidades son distintas”.