¿Cómo identificar una relación tóxica? ¿Realmente podemos ayudar? Suena obvio, pero muchas veces elegimos mirar al costado o no estuvimos atentas a las señales en casos de violencia machista que tuvimos cerca. Conocé cinco señales para reaccionar al toque.
Un estudio realizado en los municipios de La Paz, El Alto, Viacha, Cochabamba, Colcapirhua, Pailón y Santa Cruz de la Sierra avisa que el capital social (amistades, colectivas, familia) de mujeres jóvenes es esencial para romper con relaciones de «noviazgo» tóxicas.
Además del apoyo y contención que recibe una víctima de violencia machista, el apoyo de su entorno también le ayuda a identificar y rechazar la violencia. También le impulsa a terminar la relación con su agresor y a reconstruir su vida social y afectiva.
La investigación Valores que guían a los jóvenes en sus relaciones de pareja y respecto a la violencia machista, tuvo como uno de los enfoques más importantes el denominado «amor romántico» y sus consecuencias.
El estudio fue impulsado por Oxfam y sus aliadas (Colectivo Rebeldía, Instituto de Formación Femenina Integral, el Centro de Promoción de la mujer Gregoria Apaza y la Coordinadora de la Mujer).
Señales y etapas de alerta en relaciones jóvenes
Según el mismo informe, existen cinco etapas para detener la violencia machista en las relaciones de noviazgo entre jóvenes de 15 a 28 años.
La primera etapa se devela con la identificación del “novio protector”, que perfila una relación de pareja desigual y dependiente.
En la segunda etapa se viven los primeros signos de violencia: el novio se convierte en una figura de control y celos.
En la tercera etapa se hacen recurrentes los episodios de violencia, en sus distintas formas (psicológica, emocional, física).
Entonces comienza un círculo de violencia característico: violencia explícita, perdón, «luna de miel», violencia explícita. Identificar este patrón, con ayuda del entorno, es fundamental para romperlo.
Cuando este ciclo de violencia, no importa su duración, llega a un punto insostenible para la víctima es momento de la cuarta etapa. En esta fase la víctima suele buscar ayuda en el entorno inmediato.
Es importante responder con rapidez y sin minimizar los hechos de violencia.
La quinta etapa sucede cuando hacemos real el apoyo a la víctima de violencia machista y concluye con la ruptura de la relación tóxica.
Ideas y creencias conservadoras
Para la Coordinadora del Programa Justicia de Género de Oxfam, Lourdes Montero, existe un «conjunto de ideas y creencias —detalladas en el estudio— que asigna a los varones el rol de protección y control de las mujeres y prescribe que estas se subordinen a ellos».
Para Lourdes este «pack» de valores conservadores estimula a los hombres a ser «celosos, de ideas inmutables y homofóbicos».
“Asumir este orden social legitima la violencia disciplinadora contra las mujeres que buscan romper el molde de las expectativas sociales conservadoras sobre su género”, concluye Lourdes.
La presentación virtual del informe se realizará el jueves 25 de marzo a las 18:00. Si quieres participar anotate en este enlace.
Descarga el estudio completo aquí.