Es la mamá cohete. En 2017, luego de que hizo público el anuncio de su embarazo, muchos le hablaban del final de su carrera. Le decían que debía retirarse. Pero esa opción nunca pasó por la cabeza de Shelly-Ann Fraser-Pryce.
Ocho meses después de su cesárea, volvió a las pistas para entrenar. Unos meses más tarde en el Mundial de Atletismo de Doha, con 32 años, volvió a coronarse como campeona.
“Volver después de tener un bebé es posible, correr más rápido después de los 30 es posible”, dijo entonces Shelly-Ann Fraser-Pryce.
“Tengo 32 años, soy madre y aquí estoy, rompiendo barreras. Quiero inspirar a las mujeres de mi nación para que continúen soñando”
En junio de 2021, la mamá cohete volvió a hacer historia. En la pista del estadio nacional de Kingston, Jamaica, Shelly-Ann Fraser-Pryce se convirtió en la segunda mujer más rápida de la historia en los 100 metros planos.
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A sus 34 años, Shelly-Ann Fraser-Pryce detuvo el cronómetro a los 10.63 segundos. Esta marca fue un hito nacional. Recibió las felicitaciones de sus colegas, Usain Bolt e incluso el presidente de Jamaica.
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Un mes después, su compatriota Elaine Thompson volvió a batir esa marca (10.61). Sin embargo, la mamá cohete siguió dando batalla y logró la medalla de plata en los 100 metros planos de Tokio 2020.
Fraser-Pryce acumula otras siete medallas olímpicas, entre Pekín 2008 y Río 2016.
Shelly-Ann Fraser-Pryce no solo es dos veces campeona olímpica y cuatro veces campeona mundial en los 100 metros planos. La velocista también es embajadora de la buena voluntad para UNICEF en Jamaica.
La atleta ha estado usando la plataforma para defender los derecho de niños y madres jamaiquinas.
«Vengo de un barrio humilde de Kington donde la mayoría de la gente no lo logra, pero yo lo hice»