En medio de la pandemia los espacios culturales y sus gestores pierden espacios importantes para la difusión de trabajos y proyectos artísticos. Proyectos independientes se dan modos de hacerle frente a la precariedad del sector y denuncian la desatención gubernamental.
La librería Plural en Cochabamba cerrará este viernes luego de 16 años de atención. Uno de los espacios más tradicionales en la venta de libros en esta ciudad no aguantó los golpes de la pandemia.
Por suerte, aún hay trincheras como la de la Editorial Electrodependiente donde, pese a todo, siguen trabajando en la difusión de literatura, con una propuesta interesante, trangresora, diversa.
El «pese a todo» implica que la llegada de la COVID-19 al país también perjudicó muchos de los proyectos en Electrodependiente. Sin embargo, lograron reacomodasrse en medio de las turbulencias y no tienen pensado renunciar a su proyecto editorial.
Patricia Requiz y Mauro Gatica, el dúo que dirige Electrodependiente, son obstinados y dan batalla. En 2019 se llevaron los Premios Franz Tamayo, en cuento y poesía, respectivamente, y tenían planeado invertir esos recursos en la editorial.
Los conflictos sociales y políticos y finales de 2019 y la pandemia trastocaron los planes iniciales de Electrodependiente. Finalmente, encontraron vías alternas para esquivar la crisis.
En Electrodependiente pasaron de la venta callejera —con una manta sobre el piso—, a recorrer la ciudad con «La Coqueta», un pesado carrito de metal. Actualmente también lograron abrir un pequeño espacio en el centro (avenida Salamanca, casi Lanza. Edificio Morales).
Además del interesante catálogo de Electro —con autorxs noveles y de propuestas frescas—, en la librería también encuentras títulos clásicos (dentro la colección Hacker) y libros de otras editoriales bolivianas.
Visitá a lxs amigues electrodependientes, dales follow en redes, entérate de sus novedades y ve por sus libros.
¡Apoyá el trabajo cultural independiente!