Las respuestas «tecnológicas» del ministerio de Educación frente a la pandemia podrían tener serias consecuencias en la dependencia de Bolivia respecto a softwares privativos. Algo parecido a lo que sucedió en el caso de los respiradores españoles. ¿Por qué no apostar por soluciones libres y locales?
Noemi Nahomy/Hardy Beltran
¿Sabías que el Gobierno boliviano está pagando a grandes empresas por servicios de «educación virtual», sin tomar en cuenta las soluciones locales, tampoco a los sectores involucrados y mucho menos pensando en la realidad del internet en Bolivia? ¿Sabías que la dependencia tecnológica a la que nos conducen acentuará más las desigualdades y la brecha digital tan evidentes en nuestro país y ampliamente visibilizados durante la pandemia?
Trataremos de explicar porqué es importante invertir en una enseñanza que apueste por software y hardware libre, para no conventirnos en dependientes de renovar licencias o la “buena voluntad” de empresas para darnos ciertos accesos. Nuestras nuevas generaciones necesitan aprender a hacer código, a saber, crear su historia y apostar por el bien común. No ser solo consumidores, sino también ser parte de la solución/producción.
Educación
Según se sabe, el Gobierno actual está trabajando en tres «soluciones» relacionadas con tecnologías en educación:
-Mil becas para maestros en Coursera, una plataforma de educación virtual nacida en octubre de 2011 y desarrollada por académicos de la Universidad de Stanford de Estados Unidos.
-Capacitación a maestros en herramientas de Google Classroom y Microsoft Meetings.
-Compra de computadoras con sistema operativo de Microsoft, Windows.
Estas soluciones incluyen a empresas hegemónicas que, además, lucran con nuestros datos. Son medidas nunca probadas en el contexto actual de la educación boliviana y dejan de lado soluciones locales que sí pasaron por aulas bolivianas, como el proyecto de inclusión digital, antes conocido como Yatiña Iyambae, que se ejecutó durante dos años seguidos (2018 y 2019) . Este proyecto buscaba fortalecer y desarrollar capacidades digitales con el uso de tecnologías de software libre, que le dio un rol de voluntarios digitales a universitarios de todo el país para capacitar a profesores.
Por otro lado, las medidas adoptadas por el ministerio de Educación no corresponden a la realidad boliviana y tampoco han sido consensuadas con los sectores involucrados. La realidad del internet en nuestro país muestra que la mayoría de las conexiones son establecidas a través de acceso móvil. Además, estas conexiones están concentradas en las ciudades y no en las áreas periurbanas o rurales, donde el acceso a internet tiene un costo muy elevado. Todas estas variables podrían repercutir en una elevación de la deserción escolar en zonas no urbanas o comunidades indígenas.
Salud
La crisis sanitaria en nuestro país tiene a miles de ciudadanos preocupados y preguntando sobre la realización de pruebas masivas. Hasta el momento prácticamente nadie ha tenido el valor de explicarnos que los aparatos para pruebas del tipo PCR y sus reactivos son máquinas tan especializadas que hay muy pocos fabricantes en el mundo y lo peor es que una marca en particular funciona únicamente con los reactivos del propio fabricante.
Eso nos deja una enseñanza: no tener la tecnología PCR nos pone en una situación de completa dependencia. Así como ocurre en el ámbito de la salud, ocurre casi en todo.
Otro ejemplo sobre la importancia del software libre se puede advertir en la polémica compra de respiradores por parte del Gobierno transitorio, donde la empresa IME Consulting se niega a entregar software y accesorios luego de iniciado el proceso de investigación debido a los graves indicios de corrupción en la adquisición.
En este caso, el software para la actualización cuesta tanto como los respiradores (¿se compró los respiradores con el software?).
Esto no pasaría si se hubiera adquirido un equipo con software libre, que nos permitiera realizar mejoras o adquirir una solución local para fomentar la generación de empleo y la aplicación de soluciones locales.
Ahora mismo, dependemos completamente de la empresa proveedora.
TIC
Hablemos ahora de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), en particular del software (soporte lógico de un sistema informático).
Podríamos decir que estamos en la misma situación, pero con un factor diferente y muy importante: desde hace 37 años existe el movimiento de Software Libre, que plantea una forma diferente de construirlo, utilizarlo y gracias al que apareció GNU/Linux hace 29 años.
Linux es un sistema alternativo a Windows, que hoy está presente en muchos dispositivos, como en los teléfonos móviles, sin que mucha gente ni siquiera se haya enterado.
Del mismo modo, el software libre ha contribuido a crear Internet y sus estrellas (Facebook, Amazon, Google, Netflix y Twitter) aprovechan Linux y otras piezas de software libre.
La revolución creada por el movimiento de software libre representa tal valor de innovación que la propia Microsoft pagó millones de dólares para hacerse dueña de la plataforma GitHub, que alberga miles de proyectos de código abierto. Leáse bien, Microsoft, que en 2001 tenía un Director Ejecutivo que decía que Linux era un cáncer.
El software libre abre una ventana hacia la soberanía tecnológica en software, porque postula que cualquier persona es libre de usar, estudiar, copiar y modificar.
Desde el año 2000, la Comunidad de Software Libre Bolivia difunde y promueve su uso en nuestro medio y fue un actor importante en la construcción de la Ley 164 de Telecomunicaciones, cuyo artículo 77 habla de promover y priorizar el uso de software libre. Esta conquista, posteriormente, dio paso a los planes de Gobierno Electrónico y a la migración a Software Libre en todas las entidades públicas, promoviendo, entre otras cosas muy importantes, la seguridad de nuestros datos, siempre pensando en la búsqueda de soberanía tecnológica.
Contrariamente, el software privativo, como Windows, no se puede usar libremente, se requiere una licencia que lo autorice. Impide estudiar, copiar y/o modificar, estas prácticas, que suenan tan necesarias y urgentes, «violan» la licencia. Con el software privativo la única opción que tenemos, como usuarios, es ser consumidores e importadores de tecnología.
Solo el software libre nos ofrece esa oportunidad de concretar una soberanía tecnológica, pero requiere un trabajo conjunto y comprometido de toda la sociedad boliviana para lograr este desarrollo.
Coda
La cuarentena pasará, pero la dependencia tecnológica que dejará el uso de tecnologías privativas en la educación o la salud serán nefastas. Muchos de estos programas no permiten la modificación y exploración de su código fuente, dejando deliberadamente a los usuarios en la absoluta dependencia, extrayendo sus datos como consumidores, mientras sus computadores y equipos son sometidos a una obsolescencia programada, como es costumbre, para generar ingresos con las «actualizaciones.