Los Samiris llegan a nuestro reto Graficalaca. Estas deidades que habitan los remolinos y profundidades del lago Coipasa, son las creadoras y protectoras de los animales. Algunos de ellos pueden ser mortales para los humanos.
Los Samiris son divinidades de la cultura Chipaya, tienen una “connotación ctónica” (referente al inframundo). También están presentes en la cosmovisión aymara.
Según los registros existen dos tipos de Samiris. Unos viven dentro de los mallkus y son “tutelares de los animales domésticos”. Este tipo de Samiris son creadores, proveedores y protectores de animales de ganado (cerdos, corderos, llamas).
En cambio, los Samiris “de los animales salvajes” o “de los pájaros acuáticos”, son una “especie distinta”. Además se los considera seres “diabólicos”.
Este segundo tipo de Samiris son acuáticos y pertenecen a una región aún más profunda. Viven en los remolinos y en las profundidades del lago Coipasa. También se suele llamarlos awkalla o awkatulus. El sufijo tulu hace referencia al parentesco de un tío, pero también se usa para hablar del diablo.
Estos Samiris son los más poderosos y temibles, “ya que por pura maldad atraen a los hombres al fondo de las aguas”.
Para los chipaya, los Samiris son la deidad del manantial. A veces se presentan como el pájaro chullumpi (Podiceps occipitalis).
Los manantiales son las fuentes proveedoras de animales. De estos “emergen simbólicamente animales (también mamíferos) hacia la superficie de la tierra”.
Ambos tipos de Samiris son protagonistas de los ritos agrarios y lacustres de los chipaya. Se les ofrenda alcohol puro, kulli (maíz negro molido), monedas y sebario (polvo mineral) rojo y verde.
Los samiris en otras regiones de Bolivia
En otras regiones del altiplano se suele representar al samiri o samiris con una piedra en el centro del corral. También están vinculados con “la fertilidad y procreación del ganado”.
En los rituales, a los samiris, “se le ofrece flores, frutos, dulces, galletas y el corazón de la llama sacrificada envuelta con azúcar (llumpaka)”.
Otros registros describen a los samiris como “pequeñas elevaciones naturales o construcciones cónicas, imitaciones en miniatura de los cerros”. Así, cumplen un rol de proveedores y protectores, delimitando los espacios rituales en las chacras.
Estas figuras tienen “un nicho” en la parte superior donde se colocan las ofrendas.
Otras fuentes relatan que “los términos illa (en aymara) y samiri (en uru) son exactamente equivalentes”.
Los Samiris fueron incluídos en la lista del Graficalaca 2022 gracias a Oscar Gutiérrez.
Para escribir esta descripción usamos las siguientes referencias
- La Cuadratura de los dioses, ritos y trabajos entre los chipayas, Nathan Wachtel
- El simbolismo, la reproducción y la música en el ritual, Manuel Mamani M
- Estudio de Caso: Belén de Andamarka y la libre determinación
- Cristianización del mundo aymara y aymarización del cristianismo. Dr. R.P. Hans van den Berg O.S.A.
- NAYJAMA Introducción a la mitología andina. Fernando Diez de Medina
- Patrimonio Cultural de K’illpha,rito de marcaje, música y floreo de ganados en alta cordillera del norte chileno. Manuel Mamani M.
- Los dioses de los cerros en los Andes. Gabriel Martínez