CONTEXTO DEMOGRÁFICO

Aquí te compartimos todos los detalles demográficos de las personas encuestadas, así como su relación con otro tipo de publicaciones estadísticas de alcance nacional.

El 67.3 % de las personas encuestadas tiene entre 25 y 44. Aproximadamente dos tercios de este grupo tienen entre 25 y 34 años. Según datos del Censo Nacional de 2012, “la mayoría de los periodistas en Bolivia tienen entre 25 y 29 años”.

Nuestra encuesta tuvo una participación mayoritaria de mujeres. Seis de cada diez personas que respondieron a nuestras consultas se identifican con ese género. Asimismo, el 5.45 % se reivindican como personas no binarias.

El 33.6 % de las personas encuestadas se autoidentifica con una nación o pueblo indígena. Este porcentaje está dentro de los márgenes de autoidentificación reportados en la población general (26.5 %, según la Encuesta Nacional de Hogares 2021 del INE). En nuestra encuesta, la mayoría de quienes se autoidentifican como indígenas, lo hacen como quechuas o aymaras.

El 89 % de las personas encuestadas vive en zonas urbanas o periurbanas (en este último caso, hablamos del 10 % de la muestra).

Cabe anotar que, antes que una subrepresentación de la población rural, estas cifras reflejan el patrón de despoblamiento de las zonas rurales y la masiva migración hacia entornos urbanos. Un fenómeno que Bolivia experimenta desde hace décadas y que se ratifica también en la Encuesta de Hogares de 2021 (INE). Según esos datos, el 70.5 % de las y los bolivianos viven en ciudades.

Regionalmente, la encuesta tuvo la participación de personas de siete departamentos. Alrededor del 37 % desde el departamento de La Paz, 21 % de Tarija, 18 % de Cochabamba y 15 % de Santa Cruz, entre los que tienen mayor representación.

La muestra no cuenta con personas encuestadas en los departamentos de Pando y Beni.

En términos de educación formal, seis de cada diez personas encuestadas dicen haber alcanzado un título universitario.

Sin embargo, gracias a otras preguntas de verificación, podemos inferir que esta titulación no siempre está relacionada al campo de la comunicación (cabe anotar que ninguna universidad boliviana ofrece una carrera universitaria dedicada específicamente al periodismo).

Un cuarto de la muestra tiene una formación educativa que va de la primaria a la tecnicatura media. Un detalle no menor, considerando que la comunicación y el periodismo, históricamente, son actividades transversales a la vida comunitaria en distintos estratos socioeconómicos de Bolivia.

Alrededor de la mitad de las personas encuestadas mencionó los talleres y cursos como su fuente de formación en comunicación, periodismo y/o creación de contenidos.

Asimismo, prácticamente una de cada cinco personas dijo que desarrolló estos conocimientos y habilidades por su cuenta, de manera empírica.