Personal de BTV, que días después daría positivo a la COVID-19, irrumpió sorpresivamente en territorios indígenas sin que nadie lo supiera, ni siquiera sus improvisados anfitriones o personal del SEDES Beni. Las comunidades no permitían el ingreso de extraños para evitar la llegada de la pandemia. Pero «el canal de los bolivianos» no tiene fronteras.
Esther Mamani
En Santa Ana de Moseruna, Beni, las autoridades indígenas, conocidos como corregidores, están muy preocupadas por la pandemia de la COVID-19. Hace una semana, un grupo de extraños logró ingresar a su territorio. No trajeron lavandina, jaboncillos o medicinas, pero sí sembraron incertidumbre entre los pobladores, porque uno de esos visitantes dio positivo al nuevo coronavirus unos días después.
El 27 de mayo, el gerente general de Bolivia TV, Andrés Rojas, exactamente a las 13:27, dio un reporte en vivo desde esta comunidad en uno de los departamentos más golpeados por la pandemia. Él llegó junto a otras 14 personas, todxs trabajadorxs del canal estatal. A su retorno a la sede de Gobierno, el 3 de junio, los resultados de su prueba confirmaban que estaba enfermo de la COVID-19. Inmediatamente, fue puesto en cuarentena en el centro de aislamiento de la Alcaldía de La Paz.
El método de protección y prevención adoptado por muchos pueblos indígenas de tierras bajas fue impedir el ingreso de otras personas, mantenerse aislados. En zonas donde no tienen acceso a barbijos o desinfectantes, parece la solución más razonable. La única forma de que el virus los contagie y se propague al interior de sus comunidades es a través de visitantes foráneos.
Y ahí está Andrés Rojas en uno de los horarios de mayor rating junto al corregidor de Santa Ana de Moseruma, Malaquias Rossel Rivas. La autoridad del pueblo amazónico lleva una polera de mangas cortas, no tiene guantes ni mascarilla.
“Solamente estamos respetando el decreto del Gobierno, entonces no salimos a otras provincias, nos mantenemos en nuestra comunidad. Y tampoco recibimos gente que viene de otro», le explica Rossel Rivas al presentador televisivo. «Excepto ya ahorita, nos sorprende que ha llegado la prensa de La Paz», continúa con su relato, visiblemente contrariado. «Pero también estamos contentos que, con esto, el país entero va a saber que en las comunidades se respeta la cuarentena”.
Durante el reporte, que no dura más de díez minutos, Rojas detalla que partieron de La Paz el 26 de mayo en la tarde. Según él, pasaron varios bloqueos, incluido uno en San Borja, todo para llegar hasta esa comunidad. Lo que no explica es que los pobladores de San Borja no bloqueaban, en realidad hicieron un cerco preventivo debido al primer caso positivo en esa región.
Como ese obstáculo el equipo de BTV pasó por otros siete. Rojas insiste en que en cada tranca cumplieron con los protocolos de seguridad, como el fumigado y lavado de manos. Pero, ¿a qué fueron? Esa misma pregunta es la que Rojas recibe de sus compañerxs desde estudios centrales:
«Porque no solamente debemos hacerlo, como el canal de los bolivianos. No solamente porque llegamos a todos los rincones del país y más allá de todas las fronteras, sino porque queremos hacerlo».
Mientras tanto las cámaras de BTV muestran la belleza del lugar y los generadores de pantalla dicen:
«BOLIVIA TV DESPLIEGA EQUIPO EN SANTA ANA DE MOSERUNA, COBERTURA ESPECIAL PARA INFORMAR LA EMERGENCIA».
El territorio indígena que el equipo de BTV visitó sorpresivamente compone cinco pueblos: moxeños ignacianos, moxeños trinitarios, chimanes, movimas y yucarés. Son más de 900 familias en 26 comunidades.
Bernardo Muiba, presidente del territorio indígena multiétnico, informó que cuando se enteraron del visitante con COVID-19 coordinaron una comisión para dar seguimiento al estado de salud en Santa Ana de Moseruna. Ninguno de los indígenas fue sometido a pruebas para descartar la enfermedad hasta el viernes, tampoco habían sido contactados por las autoridades en salud. Pese a todo, cuenta Muiba, ya se organizaron.
«Nos estamos protegiendo no permitiendo el ingreso de personas ajenas a nuestras comunidades. Lamentablemente, Bolivia TV baja a hacer la entrevista, como dirigentes estamos haciendo las investigaciones porque sabemos que también fueron a Puerto San Borja. Queremos que la comisión haga seguimiento», reclama sobre la irrupción de la inesperada visita.
La instructiva que dieron, casi con desesperación, fue la de no salir a las carreteras. Aún no tienen un dato claro de cuántos casos sospechosos existen o si acaso tienen integrantes confirmados.
https://www.facebook.com/BoliviatvOficial/videos/383850162536052
«Los hermanos que han tenido conversación con Bolivia TV van a entrar en cuarentena. Aquí no hay centro de asilamiento, por ejemplo. No tenemos agua potable sino del río. No hay medicinas o alcohol en gel. Nuestros médicos se han replegado a las áreas concentradas. Solamente contamos con enfermeros», dicen con pesar ante posibles contagios.
El director del Servicio Departamental de Salud (SEDES) en Beni, Jorge Gómez, detalló el viernes que cualquier brigada que ingresa es sometida a pruebas de la COVID-19 para permitir los viajes siempre y cuando los resultados den negativo.
Sin embargo, «las pruebas tardan hasta 72 horas o más y en el tiempo que esperas te puedes contaminar y tranquilamente viajas con prueba negativa, pero incubando el virus. Por eso no son aconsejable los viajes y usar las medidas de seguridad para no contagiar a los pueblos indígenas».
Quizás por eso es que el director del SEDES se entera de la visita de la televisora estatal, con Rojas a la cabeza, recién con la entrevista que le hacemos para indagar en el caso.
Tanto Gómez como Muiba aseguran que no existen datos oficiales de indígenas contagiados.
En el conversatorio «Situación de los pueblos indígenas del Beni en tiempos de pandemia» una de la expositora Gabriela Canedo explica que hasta el 2 de junio San Ignacio de Moxos tenía 6 casos, San Joaquín 2, San Borja 1, Exaltación 3, Santa Ana 3 y San Ramón 46. Esta información corresponde al Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS).
«Para que no entre el virus a las comunidades la lejanía de muchas de estas juega a favor, por eso hicieron algunos cercos que -como se explicó antes-, son de protección. Ahora lo único que que dará resultados es la organización de la comunidad ante la ausencia del Estado».
El peligroso reporte «en vivo» de Bolivia TV se consiguió rompiendo esos cercos y con total desconocimiento de las formas que adoptaron los indígenas de tierras bajas para cuidarse frente a la pandemia y el sempiterno olvido del Estado.
El mismo desconocimiento hizo que Andrés Rojas consultara al corregidor de Santa Ana de Moseruma, innecesariamente, dar un saludo en guaraní. Malaquias Rossel Rivas representa al pueblo movima, que habla la lengua del mismo nombre.