En el contexto global actual asistimos a una disputa narrativa en la que la desinformación es una herramienta para generar adhesión ideológica.
Ese es el caso de las estrategias en el discurso y la política de Giorgia Meloni, Donald Trump o Javier Milei, entre muchos otros ejemplos. Casi siempre, azuzando la polarización y creando imaginarios con supuestos «enemigos» a los que se debe «acabar». Ya sean migrantes, diversidades y disidencias sexogenéricas o militantes de izquierdas.
A nivel privado, las grandes empresas, algunas de armamento, y ultra ricos como Elon Musk también acompañan estas agendas extremistas. Alimentando obsesiones imaginarias en contra de “agendas woke”.
El avance de estas discursividades tiene un catalizador en los espacios digitales, donde los discursos de odio y la desinformación que difunden deliberadamente desde los extremismos de derecha infestan el debate y el espacio público.
Frente a estas tendencias, la Fundación Rosa Luxemburgo organizó la conferencia internacional “Good Night, Far Right” (Buenas noches, extrema derecha). La premisa fundamental del encuentro fue la de pensar y plantear estrategias antifascistas desde diversos sectores sociales.
El encuentro y el workshop
«Good Night, Far Right» tuvo la participación de delegaciones de más de 20 países, nueve de ellos latinoamericanos.
El evento, realizado en Berlín, durante sus cuatro jornadas, contó con cientos de asistentes que interactuaron con liderazgos sindicales, sociales y políticos. Además de representantes de distintas organizaciones sociales alrededor del mundo, así como estrategas comunicacionales y tecnológicos.
Mijail Miranda, director editorial y estratégico de Muy Waso, representó a Bolivia en uno de los 14 talleres del encuentro. Este workshop estuvo dedicado a la desinformación y las redes sociales, bajo dos ejes analíticos: el del periodismo y los medios independientes y otro abocado a la comunicación política.
El primero fue facilitado por Mijail y Alejandro Valdez, cofundador del medio paraguayo El Surtidor.
El segundo fue presentado por Henning Obens, responsable de comunicación política de la Fundación Rosa Luxemburgo, y la comunicadora mexicana Alina Duarte.

Noticias falsas, desinformación y redes sociales
El taller centrado en las noticias, los medios y el periodismo tuvo como consigna «disputar el espacio digital frente a la desinformación impulsada por la extrema derecha» a través de estrategias y prácticas innovadoras. Principalmente, a través de las experiencias de Muy Waso (Bolivia) y El Surti (Paraguay).
El segmento facilitado por Muy Waso planteó un ejercicio lúdico en el que se analizaron las posibilidades que ofrecen las experiencias gamificadas para contrarrestar la desinformación y sus impactos en la vida comunitaria.
La propuesta fue la de repensar conceptos que suelen estar restringidos a lo digital y a determinadas formas de consumir productos digitales.
Por ejemplo, «la interacción, para Muy Waso, tiene que ver con la reciprocidad entre lo que nosotras podemos ofrecer y lo que la audiencia nos da, ese ir y venir», precisó Mijail Miranda. Sobre la inmersión y la gamificación, Mijail planteó la ampliación de su alcance por fuera de la digitalidad, con el objetivo de estimular la imaginación de las audiencias.
Por su parte, Alejandro Valdez compartió la experiencia de El Surti. Específicamente, se refirió al uso de la «cultura memética» y las artes gráficas para generar movilizaciones ciudadanas y acciones sociales concretas.
Ana Robayo, coordinadora de comunicación de la Oficina Región Andina de la Fundación Rosa Luxemburgo, destacó que el taller “motivó a las y los participantes a atender redes de trabajo colectivo y a generar narrativas que informen y que formen”.

Enfrentar el fascismo desde diversos frentes
Una de las características más valiosas de la conferencia fue la diversidad. Además de la representación de 20 países, la propuesta temática fue amplia e incluyó a actores que, quizá, no solían estar incluidos en la discusión que gira más en torno a lo político-partidario.
«Es importante la apertura de estos espacios a invitar a periodistas, a medios alternativos y a personas que quizás tienen una postura ‘progresista’, pero mucho más alejada o con muchas diferencias respecto a los proyectos políticos partidarios», comenta Mijail.
Con enfoques desde organizaciones sociales, periodísticas y políticas, la conferencia abarcó una variedad de temas tanto desde el análisis como desde la práctica.
Entre ellos destacan: la organización comunitaria, las políticas de memoria, crisis climática, juventudes, feminismos y antirracismo. También resaltan los temas de construcción de alianzas, el planteamiento de estrategias de política social local, el mapeo de discursos fascistas en redes sociales y las prácticas de monitoreo antifascista.
Esta amplitud, de temas y participantes, muestra una predisposición de los sectores de izquierdas a generar alianzas para superar la dispersión. Así, desde su propio espacio, pero con un objetivo común, es más factible generar estrategias para frenar la fascistización y la instalación de estas narrativas.
“Uno de los grandes retos que se ha planteado es cómo los movimientos de izquierda a nivel global pueden alcanzar una masividad sin caer en las estrategias de la derecha (…) sin que se banalicen nuestros horizontes emancipatorios”
Mijail Miranda