«Ya los tiempos han cambiado», les dijo animándolas una de las referentes históricas de la comunidad afroboliviana cuando apenas comenzaban. Cinco años después, el primer grupo de saya formado solo por mujeres sigue alzando la voz, resonando los tambores. Esta es su historia.
Nunca antes se había visto a mujeres tocando los instrumentos o comandando con su voz los coros y las coplas de una saya afroboliviana. La propuesta era atrevida y transgresora, iba en contra de los roles impuestos. Ellas decidieron “romper estereotipos”. Así gestaron una evolución en su revolución.
Durante años, a través de la poesía, melodía, canto y danza de la saya, la población afrodescendiente en Bolivia contó sus historias, expresó emociones, ideas y pensamientos: visibilizó su identidad e hizo escuchar sus pedidos legítimos, incluso a nivel global.
Sin embargo, un tema se mantuvo pendiente hasta la llegada del grupo primer grupo de saya de mujeres, hace cinco años. Ese tema era el de los siempre «incómodos» feminismos.
“Todavía dentro del pueblo, el hecho de hablar de feminismo, el hecho de hablar de la libertad de la mujer, el hecho de hablar de la voz de la mujer afroboliviana era algo que estaba muy silenciado. Si bien habían muchos liderazgos femeninos, no estaban dados a conocer o solamente se conocían dentro del pueblo. Había mucho silencio con eso”, nos comenta María Teresa Zabala, cofundadora e integrante de la Saya Afrofemenina.
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«Yo soy Afroboliviana/y hago sonar mi tambor»
En 2015, el Centro de Cultura Plurinacional desarrolló el proyecto “Mujeres tejedoras de puentes entre culturas”. El histórico encuentro tuvo la participación de mujeres de las 36 naciones originarias del país, incluidas dos afrobolivianas: Maria Teresa y Dayana Angola.
“Pudimos conocer y aprender de nuestras hermanas de los otros pueblos y también estábamos buscando la forma de expresarnos. Con Dayana pensamos que estábamos en un espacio importante y de mucho impacto […] Entonces, presentamos la primera saya afroboliviana conformada únicamente por mujeres”, cuenta María Teresa.
El intercambio de experiencias de vida entre mujeres que vienen de culturas históricamente excluidas, provocó en ellas el deseo de manifestarse. Había mucho que decir en contra de los múltiples tipos de discriminación y violencia que sufrían. Había que tomar la voz.
Así fue que María Teresa y Dayana decidieron hacer uso del elemento comunicacional más importante de su cultura: la saya.
«Hoy rompemos estereotipos/hoy el mundo ya cambió»
La primera presentación de la Saya Afrofemenina supuso dos retos. Por un lado, asumir las dificultades que implica encarar un proceso de autoformación y discusión crítica de los feminismos entre las mujeres afrodescendientes que se habían acoplado en el grupo.
“Apoyadas por compañeras feministas que pertenecen a colectivas acá en Santa Cruz, empezamos a hablar de feminismo, a contarles a las hermanas afrobolivianas qué era el feminismo, qué significaba, para qué es el feminismo, cuál es su razón de ser”
La pluralidad de visiones dentro la comunidad obligaba a redoblar los esfuerzos en el diálogo y la concertación. Aunque inicialmente, se presentaron como una “saya afrofeminista”, luego de debates internos, basados en el respeto y la libertad ideológica, decidieron cambiar el nombre para incluir también a sus compañeras que no se autoidentificaban como feministas.
El segundo reto fue atreverse a enfrentar las críticas de sectores conservadores que apelaban a roles de género -impuestos a razón de fuerza, capacidad y “estética”- y que no concebían la idea de tener a mujeres tocando los instrumentos, liderando un grupo de saya.
“La mujer siempre tenía el lugar de bailar, de mostrarse: era la figura. Pero nosotras no queríamos solo bailar y mostrar la figura, queríamos ser protagonistas en todo, apropiándonos de nuestra cultura”, se entusiasma María Teresa.
“Y lo hicimos, tuvimos muchas repercusiones y críticas de todas partes. Nosotras sabíamos lo que se venía, pero queríamos empezar a hacer cambios”, remata.
Pero Teresa estaba un paso por delante de sus detractores.
«Mis ancestras me heredaron/grandes fuerzas y pasión»
Cuando el grupo de mujeres afrobolivianas apenas nacía, había tomado la previsión de conversar con las tías y tíos más representativxs de la saya afroboliviana, para conocer su opinión. Lo único que pidieron fue mantener la esencia cultural. Tenían la aprobación de sus referentes.
“La tía Julia (Pinedo) fue una de las primeras que nos apoyó. Tener el apoyo de una de las personas que hizo surgir la saya afroboliviana a nivel nacional fue muy importante para nosotras”, dice María Teresa emocionada.
“Ella misma nos dijo que ‘ya los tiempos han cambiado’”.
Para aprender a interpretar la saya tal cual se había ido desarrollando históricamente, el grupo de mujeres afrobolivianas organizó talleres especiales y consiguió el apoyo de Andrés Medina, Iván de la Barra y Edwin Boyan. Ellos las guiaron en la forma correcta de tocar los instrumentos, junto al líder afroboliviano Enrique Marín.
Durante los últimos cinco años, la expresión cultural y política máxima del pueblo afrodescendiente amplificó las voces de las afrobolivianas que viven en realidades de desigualdad en Santa Cruz y les dio la visibilidad necesaria para demandar justicia.
Además de detonar discusiones respecto a los feminismos, el primer grupo de saya fundado por mujeres en el país generó espacios de educación y reflexión sobre violencia de género, abusos sexuales contra mujeres afro, la percepción sobre sus cuerpos y vidas, la inclusión de afrobolivianxs que eran parten de la colectividad TLGBIQ+ y el cuidado de las nuevas generaciones.
Si bien todavía existen algunas comunidades afrobolivianas que no ven con buenos ojos la vestimenta o fusiones que existen en la interpretación de la Saya Afrofemenina, muchxs otrxs las apoyan.
«Traemos historias y mitos/hay cosas que ya no son»
En estos años, el grupo logró expandir sus alcances y llegó a espacios importantes, dentro y fuera del país, para hablar de su cultura.
“Pensaban que éramos de Colombia, me decían colombiana. O pensaban que éramos de ahí mismo, de Brasil. Creían que en Bolivia no había negros, gente morena, como nosotras. No se imaginaban que sabíamos tocar saya. No tenían ni idea”, rememora Reyna Arrascaita, voz principal en el grupo de Saya Afrofemenina, recordando su participación en el Festival Internacional de Música «Ella» 2015 en Brasil.
Hoy en día el primer grupo de Saya Afrofemenina en Bolivia forma parte de la Comunidad Afroboliviana de Santa Cruz (Cabols) y está compuesta por mujeres adultas, jóvenes y niñas; estudiantes, amas de casa, profesionales, técnicas y activistas.
Otras expresiones afrobolivianas
La trata trasatlántica de esclavos trajo muchas personas de diferentes regiones del África a las Américas. A su llegada, se les quiso borrar el legado de sus culturas.
Pese a la violencia sistemática ejercida en su contra, fueron consiguiendo fusiones interculturales que resultaron en expresiones artísticas híbridas que mantenían su esencia de origen. Una de ellas fue la saya afroboliviana, que resistió a la censura y el tiempo.
La saya es parte fundamental de la identidad afroboliviana porque resguardó y recuperó sus memorias históricas hasta el día de hoy.
Si bien durante una época no se tocaba ni bailaba, la música y los movimientos quedaron guardados en la mente de muchas tías y tíos, que, posteriormente, traspasaron todo ese conocimiento a las nuevas generaciones.
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Sin embargo, no es la única expresión cultural del pueblo afrodescendiente en nuestro país.
También podemos nombrar otras danzas como el mauchi (música ritual fúnebre), el baile de tierra (para los matrimonios) o la zemba (danza de la fertilidad que mantiene palabras y sonidos africanos).
En el último capítulo del Núcleo Afro, organizado por el Museo Nacional de Artes, a través de su Programa de Estudios Descoloniales, se puede escuchar a Julia Pinedo, referente de la cultura afroboliviana, y Omar Barra, actual Presidente del Movimiento Cultural Saya Afroboliviano, ambos ampliando la información de la saya y también dando su opinión respecto al grupo de saya de mujeres afrobolivianas.
https://www.facebook.com/museonacionaldeartebolivia/videos/1545873575603135/?__tn__=%2CO-R
“Y por un futuro mejor,
¡viva, viva la revolución!”