La Sociedad Boliviana de Medicina Critica y Terapia Intensiva publicó este sábado un comunicado advirtiendo que no se harán «responsables de las complicaciones secundarias de estos AMBUS automatizados, mal llamados respiradores o ventiladores mecánicos”. Esta es la historia de cómo nos vendieron gato por liebre en medio de la crisis sanitaria.
El 5 de abril de 2020 el Gobierno de transición boliviano anunciaba con mucha pompa «la mayor compra de equipos médicos de la historia» del país. A poco más de un mes, en medio de una serie de polémicas y contradicciones respecto a la llegada de 170 respiradores, parece que hubieran vendido gato por liebre y que todo fue parte de un discurso proselitista.
En los hechos, los 170 respiradores de 500 que se compraron, según se puede ver en el siguiente tuit de Jeanine Áñez, son ventiladores para emergencias y su uso no es óptimo ni aconsejado en Unidades de Terapia Intensiva, según dicen los especialistas.
Desde el Ejecutivo, anunciaron estas adquisiciones (los 500 respiradores) apenas comenzado abril. Hoy, Mohammed Mostajo y Marcelo Navajas, dicen que los casi 200 equipos celebrados por la Mandataria el jueves son solamente complementarios a los que dijeron que llegarían y hasta ahora no vemos. Un enredo de idas y venidas para justificar algo que parece no tener una explicación clara.
En los próximos días recibiremos más respiradores, hasta completar los 500 comprados por el Gobierno hasta ahora. ¡Gracias a todos los que lo hicieron posible!
— Jeanine Añez Chávez (@JeanineAnez) May 15, 2020
En el centro de la controversia situamos a Mostajo, quien inició sus labores en el Gobierno transitorio como Representante Extraordinario en Misión Especial para la Ciencia, Tecnología e Innovación de Bolivia, designado como embajador de Ciencia y Tecnología el 13 de febrero. El acto tuvo lugar en el Palacio Quemado, donde la Presidenta le encargó sumarse a las tareas de contención contra la COVID-19.
En una entrevista con Bolivia TV, Mostajo indicó que según datos de la Organización Mundial de la Salud el país tenía un déficit de 1100 camas de terapia intensiva. En esa misma charla, situada el 2 de abril, prometió que gracias a las gestiones gubernamentales tendríamos 500 camas equipadas para atender a pacientes en estado crítico. Es decir, 500 respiradores para Unidades de Terapia Intensiva atendiendo las carencias citadas por la OMS.
(Minuto 05:16)
https://www.youtube.com/watch?v=_0szv7q5Tds
Un guion que se hizo repetitivo y que formó parte de muchas de sus presentaciones públicas. En un tuit desde la cuenta Añez, la promesa era esta: “los respiradores cumplen todos los requisitos de la Organización Mundial de la Salud y también funcionan en la altura”.
Mohammed Mostajo-Radji, nuestro embajador de Ciencia, Tecnología e Innovación, nos cuenta sobre la compra de los 500 nuevos respiradores que están llegando al país y todos los avances en la lucha contra el Coronavirus. Consulta la información oficial en: https://t.co/rLER2Aa9hs pic.twitter.com/CtoVeMn8Q4
— Jeanine Añez Chávez (@JeanineAnez) April 1, 2020
En ningún momento del video de 45 segundos se explica al país que también se habían adquirido respiradores de emergencia, fácilmente manipulables y de menor complejidad. ¿Qué queremos decir con esto? Que el uso de este equipamiento se limita a solo algunas horas de funcionamiento y con el que los profesionales no podrían, por ejemplo, calibrar o medir la cantidad de oxigeno que asiste a los pacientes.
El Gobierno, en la voz de Mostajo, llegó a ser tan ambicioso en sus aseveraciones que aseguró que esta compra, la de los ventiladores que aún no sabemos si llegaron o no, era la más importante de la historia del país y que no solo eran los respiradores, sino que estaban acompañados por todos los accesorios e implementos básicos para el funcionamiento de una UTI.
(Minuto 45:00)
De los 500 aparatos prometidos, 170 llegaron este jueves y 30 fueron entregados al departamento de Santa Cruz, donde, hasta la fecha, se concentra más de la mitad de casos del nuevo coronavirus. El acto fue transmitido en primetime por la mayoría de los medios de comunicación bolivianos. Los respiradores seguían siendo presentados como artículos útiles en Unidades de Terapia Intensiva. Todos calladitos.
Entonces comenzó el murmullo. José Luis Prieto, presidente de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva de Santa Cruz advirtió sobre estos «respiradores», en contacto con El Deber, que “su sistema de oxigenación es muy precario. No creo que se vaya a usar en terapia intensiva y esa fue nuestra opinión junto a colegas que participaron en la recepción de los ventiladores».
El secretario de Salud de la Gobernación de Santa Cruz, Óscar Urenda, añadió que continuarían esperando que el Gobierno central dote de los ventiladores que realmente puedan usarse en terapia intensiva.
Solo entonces, y solo entonces, el Gobierno admitió que estos equipos son respiradores de apoyo.
Mostajo, en su cuenta de Facebook, dijo que era importante «aclarar que los respiradores recibidos ayer provenientes de España son en complemento a los 500 respiradores de terapia intensiva comprados de China y anunciados en abril”. De colada, echó la pelotita hacia el Ministerio de Salud «aclarando» que «tanto los contratos como los informes técnicos son potestad» de esa cartera.
Mientras tanto, la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva advirtió, mediante un comunicado público, que sus afiliados no se harán «responsables de las complicaciones secundarias de estos AMBUS automatizados mal llamados respiradores o ventiladores mecánicos”. Además, advierten que los equipos promocionados por Áñez y compañía no son aptos para uso en terapia intensiva, intermedia y ni siquiera para el traslado de pacientes críticos porque no cumplen ni con el 10% de las especificaciones delineadas por la OMS.