El Foro Social Panamazónico (FOSPA), desde hace más de 20 años, es un espacio de encuentro y acción para comunidades indígenas, organizaciones sociales, instituciones académicas y activistas ambientales. En él se reúnen representantes de nueve países con el objetivo de abordar los desafíos que enfrenta la Amazonía y formular propuestas concretas para defenderla.
«El FOSPA es más que un simple foro. Es un movimiento en marcha, una red de solidaridad y acción coordinada», explica Juan Carlos Alarcón, secretario técnico de la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático y miembro del Comité Nacional de FOSPA Bolivia.
«Es un espacio donde las voces de aquellas personas que luchan por la Amazonía pueden ser escuchadas y donde podemos trabajar en posibles soluciones».
La Amazonía resguarda una inmensa biodiversidad y tienen un papel crucial en la regulación del clima global. Sin embargo, enfrenta numerosas amenazas. Desde la deforestación y la minería ilegal hasta los efectos de la crisis climática o la vulneración de los derechos de sus habitantes.
Proteger la Amazonía no es sólo una reivindicación ambiental, sino también de justicia social y derechos humanos.
«La Amazonía es la casa de miles de especies de plantas y animales, así como de comunidades indígenas que dependen de ella para su sustento», detalla Juan Carlos Alarcón.
Este año el FOSPA se realiza en Bolivia. Tiene como sede principal los municipios de Rurrenabaque, San Buenaventura y Reyes.
Bolivia amazónica
Según criterios biogeográficos, la Amazonía boliviana abarca un 43.3 % del territorio nacional.
Esta extensa región, que abarca los departamentos de Beni y Pando, así como áreas al norte de Santa Cruz, La Paz y Cochabamba, es testigo de la batalla entre la preservación de sus ecosistemas y el avance desenfrenado de la deforestación.
En los últimos años, la Amazonía boliviana enfrenta un creciente aumento en la tasa de deforestación, impulsada por la expansión de la agroindustria, proyectos de infraestructura, minería (en muchos casos ilegal), incendios forestales masivos y políticas gubernamentales que priorizan la explotación extractivista.
En 2022, Bolivia registró la segunda tasa de deforestación más alta en la región amazónica, superada solo por Brasil. A nivel mundial, se ubicó en el tercer lugar en términos de hectáreas deforestadas. Durante ese año, Bolivia perdió aproximadamente 270,000 hectáreas de bosque.
La Fundación Tierra revela que entre 2016 y 2021, la deforestación experimentó un aumento del 73% en comparación con el período 2010-2015. Aunque aún no hay cifras oficiales para 2023, se advierte que la tendencia apunta hacia un continuo crecimiento de la deforestación.
El estudio «La Amazonía contra reloj» señala que la región amazónica está al borde de una crisis irreversible debido a las altas tasas de deforestación y degradación, que ya afectan al 26% del área total. Brasil y Bolivia concentran el 90% de esta devastación ambiental.
En este contexto de recrudecimiento extractivista, el Foro Social Panamazónico (FOSPA) es un espacio para la articulación y la acción.
Transversalidad para la acción
Una de las características distintivas del FOSPA es la organización de ejes temáticos de trabajo, donde las y los participantes se dividen en grupos especializados para abordar aspectos específicos de las reivindicaciones amazónicas.
Desde la deforestación hasta los derechos de comunidades indígenas, estas mesas de trabajo permiten un enfoque integral y transversal para la acción política y social.
«Las mesas de trabajo nos permiten profundizar en temas específicos y desarrollar propuestas concretas y detalladas. Es una oportunidad para compartir conocimientos, experiencias y mejores prácticas, y para colaborar en la búsqueda de soluciones efectivas”, comenta Juan Carlos Alarcón.
Además, la transversalidad es un principio fundamental en el FOSPA, que busca conectar diferentes temas y perspectivas para abordar la complejidad de los desafíos amazónicos de manera integral.
«La Amazonía es un ecosistema interconectado donde cada aspecto está intrínsecamente relacionado con los territorios, comunidades, diversidad y extractivismos. La transversalidad nos permite comprender estas interconexiones y trabajar de manera colaborativa para encontrar soluciones integradas».
Ejes temáticos en el FOSPA 2024
En el ámbito del primer eje temático, centrado en los pueblos indígenas y poblaciones amazónicas, destaca la necesidad de abordar la vulneración de los derechos colectivos y la autonomía de los gobiernos indígenas.
Por otro lado, en el segundo eje temático, orientado hacia la Madre Tierra, se profundizará en la urgencia de construir una posición sólida de cara a la Conferencia de las Partes sobre Biodiversidad (COP). Más allá de señalar los problemas existentes, hace hincapié en la necesidad de proponer acciones concretas y soluciones sostenibles.
En el tercer eje, dedicado a los extractivismos y alternativas, se impulsará la recopilación de investigaciones y la formulación de propuestas de acción. Se destacan consignas como «Amazonía libre de minería» y «Yasunizar la Amazonía», que reflejan la determinación por promover alternativas frente a prácticas extractivistas.
Finalmente, en el cuarto eje, enfocado en la resistencia de las mujeres, se anuncian diversas iniciativas. Por ejemplo, una acción de solidaridad con el pueblo palestino y un taller sobre salud sexual y reproductiva desde la perspectiva de las comunidades y la medicina tradicional.
«Nuestros cuerpos, nuestros territorios no se tocan, no se violan, no se matan». Esta es una de las consignas alrededor de las que se articularán estas discusiones.
La ruta post FOSPA
El XI FOSPA también marcará el inicio de una ruta post foro, donde las acciones y propuestas discutidas serán implementadas y monitoreadas.
Los comités nacionales e internacionales seguirán trabajando de manera coordinada para asegurar que las resoluciones del foro se conviertan en realidades tangibles, locales y regionales.
El FOSPA nació en el contexto del Foro Social Mundial, con el propósito de crear un espacio específico para abordar las problemáticas de la Amazonía.
Desde su primera versión, el FOSPA tuvo múltiples ediciones en diferentes países amazónicos, incluyendo Perú, Bolivia, y Colombia, entre otros.
Cada foro permitió consolidar redes de solidaridad y colaboración, contribuyendo a la creación de estrategias conjuntas para la defensa del territorio y la cultura amazónica.
Desde el 2002 hasta el 2022, se realizaron diez encuentros panamazónicos.