Las conclusiones que emitieron las mesas de trabajo del FOSPA 2024 tienen como enfoque común la búsqueda de justicia frente a las violencias que se ejercen hacia los pueblos y territorios amazónicos, así como hacia las mujeres y niñas que lo habitan.
Del 12 al 15 de junio, las comunidades de Rurrenabaque y San Buenaventura, Bolivia, fueron sede de la undécima edición del Foro Social Panamazónico (FOSPA). Este evento, a lo largo de 22 años, se consolidó como un pilar fundamental para la articulación de las resistencias y la defensa de la Amazonía.
En esta versión, participaron más de mil personas, representando a delegaciones de nueve países panamazónicos (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela). Se reunieron para dialogar, reflexionar y, sobre todo, actuar en defensa de la Amazonía y sus pueblos.
El siguiente paso será la socialización del mandato a las comunidades amazónicas. Así el trabajo continuará a nivel local, a través de los comités nacionales. Este esfuerzo conjunto no solo se centrará en las acciones locales de protección de la Amazonía. También exigirán que los Estados cumplan con los compromisos asumidos en eventos globales. Por ejemplo, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (que se realizará próximamente en Colombia) y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, entre otros.
Joao Pedro Viana, del comité FOSPA Brasil, enfatizó que este foro no es solo para discutir, sino para actuar.
«El FOSPA no solo se trata de decir cosas, sino de accionar. El resultado de este encuentro es el mandato que busca articular y garantizar las autonomías de los pueblos indígenas en defensa de la Amazonía. El FOSPA nos permite articularnos y hacer un marco de acciones más propias».
La Amazonía como sujeto de derechos
“La Amazonía no tiene fronteras. Este territorio común, compartido por nueve países, es un sujeto de derechos en el que su protección es esencial, integral, transversal y compartida”, explica Juan Carlos Alarcón, secretario técnico de la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático y miembro del Comité Nacional de FOSPA Bolivia.
La Amazonía es el territorio donde están cuatro de las 36 regiones biológicamente más ricas en el mundo y el hábitat con mayor diversidad del planeta.
Los pueblos indígenas, defensores de esta megadiversidad, juegan un papel crucial en su preservación. Sin embargo, la región enfrenta amenazas severas como, con la extinción diaria de aproximadamente “137 especies vivas” debido a la pérdida de hábitat.
Así, la defensa de la Amazonía no solo es una cuestión ambiental, sino una lucha por la dignidad de los pueblos, los derechos humanos y de la madre tierra.
En este contexto, las personas participantes coincidieron en que la Amazonía debe ser vista como un ente integral. Un ecosistema interconectado donde la acción colectiva y concertada es fundamental para enfrentar las amenazas de la deforestación, la explotación minera y otras formas de devastación ambiental.
Mandato del XI Foro Social Panamazónico (FOSPA) 2024
Sonia Cifuentes, del comité FOSPA Colombia, resaltó la continuidad del proceso post FOSPA.
«Asumiremos estos mandatos en nuestras organizaciones, comunidades y procesos sociales. El FOSPA no es un evento, es un proceso. (…) Buscaremos que nuestras voces sean escuchadas por los gobiernos y expresadas en acciones locales. Hay un acumulado político y social que queremos seguir fortaleciendo».
El FOSPA tuvo cuatro Ejes Temáticos fundamentales cuyas conclusiones son significativas para la protección de la Amazonía.
Pueblos Indígenas y Poblaciones Amazónicas: se propuso la implementación de sistemas de justicia indígena autónomos. Además del reconocimiento pleno de los derechos de las y los defensores del medio ambiente.
Madre Tierra: concluyeron que el abordaje de la crisis climática requiere estrategias urgentes como la reforestación y la conservación de la biodiversidad. Se promovió la defensa del agua como un derecho fundamental. También se fomentó la aplicación de conocimientos ancestrales para la protección de fuentes de agua en la Amazonía.
Extractivismos y Alternativas: se discutió la necesidad de regular y controlar la expansión agropecuaria para proteger los ecosistemas amazónicos, así como fomentar alternativas agrícolas sostenibles.
Resistencia de las Mujeres: se destacó la importancia de asegurar la participación activa de las mujeres en la toma de decisiones sobre el manejo de los territorios y de los recursos naturales en la Amazonía. Asimismo, subrayaron la necesidad de fortalecer los derechos de las mujeres, con énfasis en la lucha contra la violencia de género.
Juventudes amazónicas alzan la voz
El 13 de junio se reunieron más de cien jóvenes de Bolivia, Colombia, Perú, Brasil y otros países para visibilizar y abordar las amenazas que enfrentan sus comunidades. Este esfuerzo culminó con la lectura de un documento en la plenaria final del Foro Social Panamazónico.
«Queremos que más jóvenes defiendan sus territorios. La naturaleza no solo nos provee, también nos da sabiduría (…) defender la Amazonía es defender la vida”, dijo Dalmiro Arteaga, líder juvenil de la Comunidad Guaraní Itanambikua.
Las juventudes amazónicas enfatizaron en la urgencia de tener una gobernanza inclusiva que escuche y empodere a las voces juveniles en la toma de decisiones políticas y ambientales.
Demandas globales y conclusiones
Finalmente, el Tribunal ético de mujeres recibió testimonios de siete casos de Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. Los casos están relacionados al despojo de tierras, a la contaminación producida por las industrias y a la violencia contra niñas y mujeres indígenas. Las lideresas demandaron justicia y reconocimiento de sus territorios frente a la indiferencia estatal y la explotación mercantilista.
En el evento de cierre del FOSPA 2024 diversos representantes de comunidades indígenas y activistas ambientales se reunieron para compartir historias, poesía y reflexiones profundas sobre la Amazonía y su conservación. Además de compartir la diversidad cultural presente, se llamó a la acción colectiva recordando que «somos uno con la naturaleza».
En el cierre también se denunciaron las persecuciones contra defensores y defensoras de derechos y se enfatizó en la urgencia de ratificar e implementar el Acuerdo de Escazú que protege a activistas ambientales en América Latina y el Caribe.