La residencia fotográfica Estallidxs. Existimos, autogestionada por la colectiva boliviana WarMiPhoto, llevó hasta las calles de ocho países latinoamericanos intervenciones realizadas por las participantes del programa. Te dejamos uno de los proyectos finales.
Estallidxs. Existimos es una residencia fotográfica en narrativa de género, identidad y territorio. Hace algunas semanas concluyó su segunda edición. Este evento internacional es autogestionado por la colectiva boliviana WarMiPhoto.
En su segundo año, la residencia Estallidxs. Existimos reunió a 34 mujeres latinoamericanas que fueron dirigidas por cinco tutoras de renombre internacional.
La residencia Estallidxs. Existimos tuvo talleres, charlas magistrales y acompañamiento para las participantes a lo largo de una semana. El proceso culminó con la creación de un proyecto personal de cada una de las fotógrafas residentes.
La recuperación del espacio público
Uno de los ejes de la residencia Extallidxs. Existimos fue dar continuidad al espíritu de lucha, libertad y reconquista de los espacios públicos que surgieron con los más recientes estallidos sociales latinoamericanos.
«Creemos profundamente que, pese a la pandemia y las nuevas normas de distanciamiento social, lo que nos une es la lucha, la libertad y la conquista soberana de nuestros cuerpos», dicen las integrantes de WarMiPhoto.
«Esta lucha no reconoce límites espaciales, habita en cada una de nosotras, recorre nuestras venas y explota en nuestros corazones»
Los trabajos finales de Estallidxs. Existimos no solo se difundieron digitalmente, también hubo intervenciones en el espacio público de Bolivia, Argentina, México, Ecuador, Perú, Chile, Brasil y Colombia. Estos trabajos también fueron organizados y registrados por las participantes.
Sobre Warmi Photo
WarMiPhoto es una colectiva boliviana que nació a partir de la necesidad de generar espacios de formación accesibles equitativos, inclusivos y de calidad para fortalecer la creación de nuevas narrativas diversas y decoloniales.
Otro de sus principales objetivos es generar redes colaborativas y colectivas de autoras a nivel latinoamericano.
A continuación, te dejamos una muestra de esta residencia fotográfica. Se trata del proyecto final de la fotógrafa chilena Valeska Roa.
Si te interesa revisar todos los proyectos, puedes hacerlo aquí.
Cosa Pública: Qué miras cuando me miras
Valeska Roa
Mi cuerpo está ahí parado, desnudo y vulnerable. Este cuerpo que habito y que hoy odio, que odio porque no está como debiese ser. ¿Y cómo debería ser?: Con una piel de porcelana, sin estrías, sin guata sobrante, sin rollos, sin marcas; una cadera proporcional, piernas tonificadas y un culo sin celulitis, duro no flácido; tetas en su medida, redondas y jugosas para la vista tuya; muy depilada, no hay que dejar rastro de que en mi crecen pelos. Luego debería ser nido de otro ser, porque me acerco a los 30 años y ya debiese ser eso, nido. Pero si no quiero ser nido tampoco tengo derecho de desanidar, porque crecí con útero, y mi labor es anidar, no ser una asesina según tú.
Cuando niña también debí usar aros, hoy los amo no miento, pero mi vagina te dijo que yo tenía que ser normal y comportarme como una mujer.
También dijiste que mi pelo tiene que ser largo, que una mujer es femenina, hermosa y sexy con cabello largo… pero ojo, no cualquier cabello, sino, un cabello suave, peinado, liso, sin puntas partidas ni reseco; ojo con las canas, cuando aparezcan hay que sacarlas porque indicará que estaré vieja, y ser vieja es ser fea.
También me dijiste que me arreglara un poco, que me maquillara, pero no tanto, más natural, porque sino soy puta. Y hablando de puta, tampoco puedo acostarme con muchos hombres, pero también debo acostarme y disfrutar del sexo porque sino soy frígida, virgen maría y cartucha. Y me dijiste que ponga ojo con perder la bendita virginidad tan joven, pero tampoco perderla tan vieja.
También debo ser tu deseo, estar deseable para ti, ser sensual. Mira estos pechos, mira este poto, dime
¿qué ves? ¿Dime está bien así?
Estoy confundida, me dices que debo ser delgada, pero cuando lo estuve no paraste de repetir que parecía enferma, que me veía fea, que mis ojeras, que piel tan pálida, que mis tetas estaban chupadas y mi culo igual, me hiciste odiar mi cuerpo delgado también.
Me dices que debo ser una cosa, pero tampoco tanto sin exagerar. Así que no sé dime por favor, cómo debo ser, qué debo ser.
¡Dime por favor qué ves! ¡¡¡Dime que quiero calzar!!!
Dime porque soy objeto público, maniquí a modificar; soy un objeto a quien tú le dices cómo ser, un objeto que puedes tocar, que puedes modificar, que te puedes apropiar y puedes decidir por él.
Dime por favor, que me confunde. Dime para empezar a ser lo que quieres, dime por favor. Pero no me confundas, mírame bien, decide luego.
¿Qué miras cuando me miras?