Los días previos a Semana Santa de 2011, Stefani Germanotta causó revuelo entre sus fans -y los católicos- al interpretar a una María Magdalena obsesionada con Judas Iscariote.
Tal como indica su nombre, fue Judas Iscariote quien inspiró esta canción que habla de un amor tortuoso. Según cuenta la Biblia, el miércoles considerado ‘Santo’ fue cuando Judas entregó a Jesús ante el tribunal de sabios judíos. Al día siguiente, los 12 apóstoles compartieron ‘La ultima cena’, previa a la crucifixión y posterior resurrección de Jesucristo. Interpretando a María Magdalena, Lady Gaga actuó junto al modelo Norman Reedus como Judas y Rick Gonzalez como Jesús.
Gaga tomó este personaje de la tradición judeo-cristiana y lo adoptó como metáfora para su canción producida junto a RedOne. En entrevista con el programa de YouTube Musicians@Google Presents, la cantante dijo: “Tienes que ver lo que te está persiguiendo y te tienes que perdonar a ti mismo para poder avanzar”.
La artista se refirió al enfrentamiento de los demonios internos como leitmotiv de su composición: “Es una metáfora y una analogía sobre el perdón y la traición y las cosas que rondan en tu vida y cómo creo que es la oscuridad en la vida, y finalmente brilla e ilumina la mayor luz que tiene sobre ti. Alguien me dijo una vez: ‘Si tú no tienes sombras entonces tú no estás de pie en la luz’”, dijo a MSN Canadá.
Su publicación no dejó indiferente a la Iglesia y a los devotos creyentes. La Liga Católica condenó a Lady Gaga por usar símbolos religiosos y la fecha en que publicó su canción: los días finales de la Cuaresma, previo a la Pascua de Resurrección.
Bill Donohue, presidente de la Liga Católica por Derechos Religiosos y Civiles en los Estados Unidos, envió un comunicado publicado por HollywoodLife.com que decía:
“Lady Gaga intenta seguir provocando a los católicos y a los cristianos en general: se viste como una monja… se come el rosario. Se ha transformado en una caricatura de sí misma. Está tratando de copiar toda la imaginería cristiana para apoyar sus actuaciones mundanas, aburridas y sin talento”.
Vía Culto