Distintos canales, cada uno con información distinta, algunos datos errados, otros desactualizados, ninguna base de datos abierta y disponible a la población. ¿Será mucho pedir información fiable, verificada y sistematizada?
Muy Waso
Nos sorprende que el periodismo tradicional a esta altura del baile de las cifras no haya caido en cuenta de la cantidad de inconsistencias que a diario se presentan en la difusión de información y datos oficiales sobre el coronavirus en Bolivia. La página Bolivia Segura, presentada con tanta fanfarría por la Agetic hace algunas semanas, ha sufrido al menos tres transformaciones y las cifras siguen desparramándose a cuentagotas y con demoras, inconsistencias, erratas y aún más. ¿Es que a nadie le importa mantener bien informado a la ciudadanía?
Además de los informes que ya hicimos y que puedes revisar aquí:
Tasa de positividad, la cifra de la que no se hablaba en Bolivia
COVID-19: Informe diario del Gobierno difunde tasa desactualizada y engañosa
Diariamente atravesamos distintas dificultades para actualizar nuestro especial de datos (el más completo, en relación a la mayoría de los medios informativos bolivianos) por la cantidad de inconsistencias que hay entre los distintos canales oficiales de información al respecto.
Problemas similares se registraron desde el inicio de la pandemia en el país, principalmente por la falta de coordinación entre los Servicios Departamentales de Salud y el Gobierno central. Unos muertos se registraban, otros no. Las cantidades variaban. Informes que llegaban tarde.
Pero vamos a lo actual. A lo que sucedió entre ayer y hoy.
Primer punto: la página oficial Bolivia Segura (ahora en manos del Ministerio de Comunicación) en su encabezado pone unas cifras y en su mapa interactivo otras. Ni en el encabezado (que tiene los números correctos al 1 de mayo, o eso esperamos) ni en el mapa interactivo se establece a qué fecha o hasta qué hora se actualizaron los datos. Información incorrecta y a medias.
Pero eso no acaba ahí, porque en la página web del Sistema Nacional de Información en Salud y Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Salud, hay otro mapa con las mismas características que sí cuenta con los datos actualizados. Excepto en el caso de las muertes, donde se anotan 65 decesos, pese a que el boletín del mismo portal y de la misma fecha apunta 66. Sí, nosotres también estamos mareades.
Adjuntamos el documento, que usa la captura (wtf!) del mapa hecho por el usuario «datosagt2020», según pudimos comprobar en la aplicación Carto.
[pdf-embedder url=»https://muywaso.com/wp-content/uploads/2020/05/REPORTE_EPIDEMIOLOGICO.pdf»]
¿Le seguimos? Le seguimos. Por si fuera poco, el documento de arriba, hacia el final de la segunda página, registra una suma incorrecta de los pacientes descartados a través de pruebas laboratoriales. La suma correcta, en la cuarta columna de la tabla que adjuntamos abajo (como captura del sitio oficial del SNIS), es de 5736.
Y aunque quiséramos que esto acabe, hay alguito más. Y es que la aplicación móvil Bolivia Segura, esta vez sí a cargo de la Agetic, presenta otra cifra sobre los descartados, mucho inferior a las que se anotan en los otros canales de información gubernamentales.
Cabe anotar que la cifra de descartados es muy útil al momento de sacar un número aproximado de la cantidad de pruebas que se realizan en el país, un dato que no ha sido abiertamente comunicado por el Gobierno hasta la fecha. Sí hubo muchas promesas de cuántas llegarían y cuántas seríamos capaces de hacer, pero de las cifras en cancha: nada.
Alrededor del mundo hay campañas que abogan por mantenernos informados a través de los canales oficiales y verificados para tener datos confiables sobre la pandemia y no caer en la difusión de fake news. Pero, ¿qué sucede cuando los datos oficiales no cuadran? ¿cuándo realizan comparaciones incorrectas? ¿cuándo brindan datos maquillados? ¿Qué hace el pueblo cuando los medios están ocupados en la chismografía de los politiqueros o las tropelías del ministro de Gobierno y no en la verificación del discurso y datos oficiales? ¿Qué onda con los agencias verificadoras que parecen competir por quién «analiza» y desmiente más memes sobre, otra vez, politiqueros?
No somos mucho, pero aquí estamos. No nos meterán el dedo a la boca.