Hoy te presentamos El idioma de la lluvia, del consagrado dramaturgo alemán Roland Schimmelpfennig. Una novela que se traduce por primera vez al castellano, en una publicación de la editorial El Cuervo. Además, te chismeamos dónde conseguir el libro es te finde, junto a nuestros poderosos kits de supervivencia.
Tiene un puente vital entre Berlín y La Habana. Roland Schimmelpfennig, como él mismo cuenta, tiene una conexión especial con Sudamérica.
Sus círculo de amistades está marcado por personas nacidas en este lado del mundo. Su trabajo como dramaturgo lo mantiene en constante retroalimentación con creadores de teatro en Argentina, Uruguay, Chile, Ecuador, Guatemala, Perú, Brasil, México.
Así es como, de manera casi inevitable, la novela El idioma de la lluvia lleva una impronta que la arrima a nuestros territorios e historias. Esta obra fue recientemente traducida al castellano y llega a las librerías de nuestro país gracias a la Editorial El Cuervo.
Esta primera traducción de El idioma de la lluvia al español estuvo a cargo del argentino Ariel Magnus, gracias al apoyo del Goethe Institut. El escritor sudamericano tradujo antes a clásicos como Hermann Hesse, Christa Wolf, Franz Kafka, Walter Benjamin, entre muchxs otrxs.
Schimmelpfennig nació en Gotinga, Alemania, en 1967 y actualmente es uno de los dramaturgos alemanes más reconocidos, traducidos e interpretados. Además, tuvo una carrera como periodista en Estambul, Turquia.
Sobre la publicación de El idioma de la lluvia en Bolivia, Schimmelpfennig dice que tiene «mucha curiosidad por ver qué impresión tendrán los lectores de Bolivia de este texto».
Para darte una probadita de la novela, te regalamos la sinopsis y un par de fragmentos que te dejarán con ganas de más. Podrás conseguir el libro este fin de semana (22 y 23 de mayo, desde las 11:00) en La Colmena del Mercadito Pop en La Paz (plaza Mundial, entre calle 10 y Quenallata, Achumani).
En el stand de El Cuervo, encontrarás nuestros kits de supervivencia cuerwasos, en los que puedes conseguir una copia de El idioma de la lluvia, además de otros materiales increíbles (a un precio también increíble).
No olvides que las editoriales y medios independientes necesitan de ti para seguir trabajando. ¡Apóyanos! ¡Llévate tu kit!
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Sinopsis de El idioma de la lluvia
En una pequeña ciudad, no muy lejos del mar, un evento ocurrido hace muchos años sigue pesando sobre el presente: el cierre de un modesto cine donde se proyectaban viejas películas, un lugar testigo de una época de sueños y esperanzas.
Ahora, el pasado retorna no sólo para alterar la vida de los involucrados, sino también la de sus familiares y otros desconocidos -seres de carne y hueso, pero también brujos, espíritus y protagonistas de cuentos de hadas.
En El idioma de la lluvia, Roland Schimmelpfenning nos presenta, con imaginación y honestidad, una constelación de personajes desgarrados y conmovedores, todos sutil y hábilmente interconectados.
Dos fragmentos, para antojarse
Llovía y llovía, y así el rey Vadim de Reval y Riga, que vivía hacía muchos, muchos meses al aire libre, aprendió el idioma de la lluvia y sus diversos dialectos.
La lluvia habla de la lejanía.
La lluvia habla del mundo entero, que se conserva unido por los arroyos y los ríos y los océanos.
Tras su larga caída desde el cielo, las gotas de lluvia caen sobre las hojas de los árboles y de las plantas, y las gotas de lluvia quedan desconcertadas, sienten mareos después de la profunda caída desde las nubes, exclaman: ¿Dónde estamos, dónde estamos? Venimos de muy lejos, exclaman luego, si supieran lo que hemos visto, y después las gotas de lluvia informan, mientras chorrean por los troncos de los árboles, sobre mundos lejanos, hasta que se escurren en la tierra y sus voces se pierden.
pp.120
Las noches siguientes al salto, los muchachos y muchachas que habían estado presentes hicieron flotar velas encendidas río abajo.
—Para que su alma encuentre el camino a casa —dijo una de las muchachas.
Por supuesto que el rey de las noventa mil millas empezó en tierras salvajes a hablar el idioma de los animales y el idioma de las raíces y el idioma del hielo y de las heladas y el idioma de la lluvia y el idioma de las hojas, había dicho la maestra durante una de las horas de clase, parada junto a la ventana, de espaldas a los alumnos.
Petja hablaba en los matorrales con los animales y las plantas, con el lago y con el río.
Buscaba una respuesta, por qué había sucedido lo que había sucedido. Hablaba con la lluvia y con los árboles, con las hormigas y con los mosquitos y con las serpientes y con las ranas. Algunas ranas eran diminutas, otras grandes como puños. Las ranas cazaban mosquitos, las serpientes cazaban ranas y Petja cazaba serpientes.
Hablaba con el sol y la luna, días enteros, noches enteras, tal como lo había hecho el rey Vadim de Reval y Riga durante su viaje por tierras salvajes.
pp.115