¡Que no te sorprenda! Seguimos realizando una cantidad bajísima de pruebas al coronavirus, pese a que prácticamente existe un consenso mundial sobre la efectividad del testeo masivo en la contención de la pandemia. El contexto es adverso y existen muchas limitantes para acceder a los insumos, pero, ¿no se tomaron previsiones? ¿por qué otros países de la región sí tienen reactivos?
Muy Waso
Bolivia realiza 51 pruebas al COVID-19 por cada 100 mil habitantes. Menos de la mitad de las que hace Paraguay, el segundo «peor» país de Sudamérica en este indicador. Es decir, nos va como en el fútbol, somos los coleros y por mucho. Durante su informe semanal, el domingo 19 de abril, el ministro de Salud, Marcelo Navajas, admitió que el número de test en el país era bajo. ¿Por qué? «Solamente por el hecho de que no teníamos las pruebas», respondió.
Tres días antes, el embajador para la ciencia del Gobierno Transitorio, Mohammed Mostajo, decía que la cantidad de pruebas per capitá de Bolivia duplicaba a la de Chile (el país que más tests realiza por cada 100 mil habitantes, sin contar las dudosas cifras del Gobierno venezolano). Según el antojadizo calculo de Mostajo, cada bolivianx tendría garantizada un 0.000313 de prueba. Pero las cosas no son así y aunque las variables puedan torcerse a conveniencia, siempre hay alguien muy waso para ponerlas en evidencia.
Así, lo que tenemos que decir es que la comparación de Mostajo es tan absurda como aquella de Álvaro García Linera diciendo que «en promedio» cada boliviano tenía 4 mil dólares en el bolsillo, producto del PIB. Cálculos engañosos, inaplicables e inútiles en la realidad. Una manipulación de las cifras desde el poder para hacernos creer que todo lo que hacen está bien.
https://www.facebook.com/mohammedmostajoradji/videos/2479687385464400
Volviendo a la conferencia ministerial de la que hablamos al principio, Navajas justificó la decisión de su despacho de «restringir» el acceso al test diagnóstico diciendo que «nadie está tratando de mezquinar una prueba (…)», pero «para nadie es desconocido que no podemos desperdiciar pruebas, porque están en camino». ¿Seguirán en camino?
Días antes, el 16 de abril, el embajador para la Ciencia del Gobierno Transitorio, Mohammed Mostajo, informaba que Bolivia contaría con 450 mil pruebas, entre compras y donaciones, todas moleculares y de alta fiabilidad. Sin embargo, aclaraba que el país contaba, en ese momento, solo con 27 mil del tipo PCR en tiempo real. La semana anterior, según Mostajo, tendrían que haber llegado otras 9500.
Entre otras cosas, también prometió que el país tendría la capacidad de realizar 3102 pruebas PCR cada día. ¿Qué dicen los números? Durante la última semana, según estimaciones, porque el Gobierno no brinda cifras oficiales, solo se conocieron los resultados de un promedio de 271 test cada jornada.
Sí, Evo nos dejó más canchitas que hospitales y su gestión, en 14 años, fue incapaz de mejorar siquiera mínimamente el servicio de salud pública ni reestructurar el de la seguridad social. Sin embargo, en estos momentos el sistema de salud, a nivel estructural, aún no ha sido colapsado y la responsabilidad de realizar testeos masivos para mitigar el avance de la pandemia tienen más relación con una gestión conyuntural y urgente de la crisis. ¿No se tomaron las previsiones suficientes? ¿Por qué países con una realidad parecida a la nuestra, como Paraguay, sí tienen la posibilidad de realizar prácticamente el doble de test que nosotrxs?
Para poner otro ejemplo, Uruguay tiene tres veces menos población que Bolivia, pero, paradójicamente, lxs charrúas realizaron tres veces más pruebas para el coronavirus (18,140, frente a 6,121 nuestras).
¿Seguirá el Gobierno mareando la perdíz hablando de canchitas? ¿Seguirán en modo campaña, politizando la gestión de la crisis y atacando a su principal contrincante electoral? ¿Comenzarán a manejar la emergencia sanitaria con criterios técnicos y científicos, o la norma continuará siendo la fuerza bruta, al mejor estilo de Arturo Murillo? Dejemos que el tiempo nos dé las respuestas.