El Centro S.O.S Digital participó en la Primera Cumbre Latinoamericana de Defensoras Digitales, evento clave para abordar la violencia digital de género en la región. Este encuentro toma mayor relevancia por el contexto internacional en el que las grandes empresas tecnológicas toman decisiones cada vez más cuestionables.
El Centro, de la Fundación InternetBolivia.org, fortaleció su labor de acompañamiento con las experiencias y estrategias compartidas en la cumbre. El encuentro también le permitió sumarse a la construcción de estrategias colectivas, alianzas y compromisos, basados en principios fundamentales de sororidad y justicia social. Estos aspectos son esenciales para enfrentar la violencia de género, tanto en el espacio digital como en el físico. En el digital, la violencia está reforzada por algoritmos patriarcales que perpetúan las desigualdades de poder.
El evento reunió a activistas, organizaciones y defensoras de Derechos Humanos de países como México, Ecuador, Guatemala, Honduras, Argentina, Colombia y Bolivia. Se subrayó la necesidad de reconocer el trabajo del movimiento feminista del sur global, especialmente la Ley Olimpia, en la lucha contra la violencia digital. Además, se hizo un llamado urgente a los gobiernos latinoamericanos para que implementen normativas especializadas en violencia digital, con enfoque de género y sanciones eficaces.
Red Nacional para Enfrentar la Violencia Digital de Género
La cumbre también marcó la primera participación de la Red Nacional para Enfrentar la Violencia Digital de Género. Conformada en el marco del proyecto ReCiPe, busca fortalecer las habilidades para el ejercicio de derechos digitales en países del sur global. La red boliviana agrupa a activistas, colectivas feministas y organizaciones de la sociedad civil dedicadas a defender los derechos de las mujeres.
La red también busca articular esfuerzos entre colectivos y organizaciones que trabajan en distintas áreas, situaciones y vulneraciones a los derechos de las mujeres.
Icla de Fátima, activista feminista boliviana que participa en esta red, compartió que la cumbre fue una experiencia inédita que le permitió observar de cerca la potencia de la marea violeta mexicana y su capacidad para influir en el desarrollo legal del país.
Destacó cómo las diputadas, senadoras y responsables de las secretarías, muchas de ellas activistas, han logrado avanzar lentamente, pero de forma concreta en una nación eminentemente patriarcal. En particular, resaltó la autoformación de mujeres en distintos niveles de la administración de justicia, como policías cibernéticas y legisladoras. Ante la falta de formación institucional, ellas han buscado comprender las dimensiones técnicas de la violencia digital para aplicarlas dentro del marco legal.
Además, resaltó la ética feminista de las Defensoras Digitales que comparten sus conocimientos y desarrollan herramientas como OlimpIA. Icla también enfatizó en la necesidad de que los gobiernos asuman su responsabilidad en la regulación de plataformas digitales y la protección de las víctimas.
Los desafíos de la legislación
La cumbre fue impulsada por el movimiento Ley Olimpia, precursora en la tipificación de violencia digital que ha inspirado reformas en países como Argentina, Colombia y Chile. A pesar de los avances legislativos, las víctimas enfrentan obstáculos al denunciar: la indiferencia de autoridades, la revictimización y el miedo a represalias.
La implementación tiene limitaciones como falta de recursos, procesos lentos y falta de capacitación con enfoque de género. Un tema central fue el papel de la Policía Cibernética en la eliminación de contenido íntimo difundido sin consentimiento.
El Centro S.O.S Digital participó en el panel sobre prevención y reparación de la violencia digital sexual y política. M. Narayani Rivera, especialista en violencia digital de género, abordó los obstáculos judiciales que enfrentan las víctimas. Cuando intentan acceder a la justicia, los procesos judiciales se extienden durante años y, en muchos casos, no culminan con una reparación efectiva.
El panel contó con la presencia de sobrevivientes de violencia digital y expertas como Victoria Vaccaro de UNFPA Argentina y Mónica Bayá de Equality Now. El tema de la reparación integral en casos de violencia digital de género fue central. La reparación, concluyeron, no debe limitarse a una compensación económica, sino que debe incluir un enfoque que atienda las múltiples dimensiones del daño sufrido. En este espacio, también se resaltó la importancia del rol del Estado como garante de los Derechos Humanos de las víctimas y su obligación de proporcionar soluciones efectivas y sostenibles.
Se destacó también la importancia de la educación digital, ya que muchas víctimas desconocen sus derechos. El no saber cómo actuar frente a la violencia digital las coloca en una situación de vulnerabilidad aún mayor. Se planteó la necesidad de fortalecer la formación en ciberseguridad y derechos digitales desde edades tempranas, así como la implementación de campañas masivas de concientización.
Redes de apoyo
Desde el Centro S.O.S Digital compartieron estrategias para visibilizar la violencia digital y fortalecer las redes de apoyo para víctimas. Estas redes son esenciales, ya que muchas de las víctimas sufren daños profundos en sus relaciones sociales como las afectivas, laborales, familiares y escolares. Además, el Centro destacó la necesidad de generar espacios seguros para sobrevivientes de violencia digital.
Las dificultades que enfrentan las víctimas en Bolivia están relacionadas con la saturación del sistema de justicia. La duración y costo de los procesos judiciales hacen que sea muy difícil acceder a una sentencia. En este contexto, el Centro aboga por trabajar en paralelo para fortalecer el sistema de justicia. Lo que se propone es desarrollar normativa especializada en violencia digital de género y estrategias de reparación que no dependan de una sentencia judicial. Estas estrategias alternativas, impulsadas por la sociedad civil, deben tener como objetivo mitigar los efectos de la violencia sexual digital y ser complementarias con las medidas jurídicas. Ambas formas de reparación son necesarias y deben coexistir.
Finalmente, la cumbre buscó fortalecer los vínculos entre organizaciones y activistas de derechos de las mujeres, fomentando un diálogo directo y compartiendo experiencias para avanzar hacia la erradicación de la violencia digital en la región.
El Centro S.O.S Digital expresó que su compromiso es claro: garantizar el derecho de las mujeres a navegar de manera libre y segura, sin temor a ser víctimas de violencia digital.