Frente al déficit histórico de 942,000 millones de dólares para conservar la biodiversidad, Bolivia solicitó en la COP16 evitar la mercantilización de recursos naturales y asegurar que las comunidades locales sean las principales beneficiarias.
La movilización de recursos y el financiamiento para conservar la biodiversidad fue un tema clave durante la primera semana de la COP16. El Grupo Africano destacó la importancia de «incrementar los fondos relacionados con la biodiversidad». También propuso la «creación de un fondo específico para apoyar la implementación» de medidas acordadas, preocupación compartida varios países, incluida Bolivia.
Bolivia pidió que revisaran su propuesta, que enfatiza en la asignación de recursos financieros para apoyar acciones en favor de la Madre Tierra. Esta se enfoca en evitar la «comercialización de sus funciones ambientales».
«Necesitamos financiamiento real y accesible. Que considere a la Madre Tierra como una entidad que merece ser cuidada”, aseguró Omar Osco, director de Biodiversidad y Áreas Protegidas de Bolivia. Subrayó la importancia de que los fondos se destinen a conservación y no a «intereses empresariales que buscan justificar su impacto ambiental».
La inversión en biodiversidad enfrenta un déficit histórico, según el último informe de BloombergNEF. La financiación actual no compensa el ritmo de la inflación y el aumento de costos.
BloombergNEF estima que se requerirán 1,15 billones de dólares anuales para restaurar y conservar la biodiversidad para 2030. Esto es cinco veces más que los actuales 200.000 millones de dólares estimados en compromisos.
Sandra Guzmán, directora del Grupo de Financiamiento Climático para América Latina y el Caribe (GFLAC), declaró que, más que el financiamiento, lo importante es quién y cómo accede a este.
«Es crucial que las comunidades locales, verdaderas guardianas de los ecosistemas, se beneficien de estos fondos», expresó.
También observó que varios fondos se otorgan en calidad de préstamo lo que incrementa la deuda de países en desarrollo y limita su capacidad de acción.
América Latina pide cerrar brechas de financiamiento para la biodiversidad
Un tema clave en la COP16 es el financiamiento para la biodiversidad, correspondiente a la Meta 19 del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal (MMKM), adoptado en 2022. La meta busca movilizar al menos 200 mil millones de dólares anuales de diversas fuentes —nacionales, internacionales, públicas y privadas— para 2030, fomentando la creación de mecanismos financieros eficientes y accesibles.
El MMKM también establece un incremento del financiamiento internacional destinado al Sur Global. Para ello, llama a los países del Norte Global a contribuir con al menos 20 mil millones de dólares anuales para 2025 y 30 mil millones para 2030.
Según Guzmán, del GFLAC, América Latina no recibe suficiente financiamiento para la conservación de la naturaleza, pese a su megadiversidad. «Es una de las regiones más megadiversas del mundo, alberga el 40% de la biodiversidad mundial; sin embargo, no es la región que más financiamiento recibe para conservación de la biodiversidad», explicó.
El fondo fiduciario del Fondo Mundial del Medio Ambiente, creado en 2022 bajo el Marco Global de Biodiversidad, cuenta con más de 200 millones de dólares en compromisos. Ana Di Pangracio, directora adjunta de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), consideró que no es suficiente para abordar los desafíos de conservación.
“Los países en desarrollo presionan por más financiamiento para reducir la brecha, mientras que los desarrollados prefieren optimizar los recursos actuales”, añadió.
Omar Osco destacó la urgencia de desarrollar financiamientos responsables desde el Norte Global. Enfatizó en que estos recursos deben reinvertirse en mecanismos de autosostenibilidad.
«Las áreas protegidas siempre jugarán un rol importante en la conservación de la biodiversidad y como mecanismos para captar financiamiento. Esta COP16 y el Marco Global nos ofrecen oportunidades para cerrar las brechas de financiamiento entre los países del Sur, incluida Bolivia, y abordar movilizaciones de recursos», añadió.
«Los países deben comprometerse a invertir en la conservación de la biodiversidad»
Durante la Cumbre de Financiamiento para la Biodiversidad, Ángela Penagos, de la CEPAL, destacó que América Latina enfrenta una rápida pérdida de biodiversidad. Un ejemplo son las alrededor de 150 millones de hectáreas de bosques destruidas en los últimos 30 años.
Penagos señaló la mínima inversión pública en biodiversidad que alcanza menos del 1% del PIB. En contraposición, criticó que grandes sumas se destinen a proyectos que dañan el medio ambiente como la agroindustria y proyectos de infraestructura.
Penagos hizo un llamado a redirigir estos recursos hacia la conservación y regeneración del patrimonio natural de la región. Resaltó que si bien los países desarrollados tienen responsabilidades históricas, nuestros países también deben comprometer más fondos de sus propios presupuestos.
«En Argentina, por ejemplo, el análisis presupuestario muestra que generalmente entre un 0.2% y un 0.5% del presupuesto total anual se destina a temas ambientales, que incluyen biodiversidad”, aseguró la directora adjunta de FARN.
«En la región se siguen haciendo inversiones importantes en actividades que afectan o destruyen la biodiversidad. Por ejemplo, los sistemas de producción agroalimentaria y los monocultivos, que están devastando los ecosistemas», advierte Guzmán.
¿Cuánto invierte Bolivia en conservar la biodiversidad?
En Bolivia, el 4,88% del presupuesto nacional del Ministerio de Medio Ambiente y Agua de 2024 se destina a áreas protegidas. Este porcentaje pone en duda el compromiso estatal con la conservación de la biodiversidad y la gestión de ecosistemas esenciales.
Las 22 áreas protegidas nacionales representan el 17% del territorio y son administradas por el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP). Estas albergan la mayor biodiversidad del país. Allí viven 200,000 personas, aproximadamente, en interacción con casi cien municipios y 14 Territorios Indígenas Originario Campesinos (TIOC).
La “Política y Estrategia Plurinacional para la Gestión Integral y Sustentable de la Biodiversidad y Plan de Acción 2019–2030” subraya la necesidad urgente de movilizar más recursos tanto nacionales como internacionales. Esto para garantizar la conservación y gestión efectiva de estas áreas.
De 2019 a 2022, el proyecto “Fortaleciendo las bases de sostenibilidad financiera del SNAP” destinó 583,138 USD para fortalecer un sistema financiero sostenible en áreas protegidas, con enfoque especial en la Amazonía. Este proyecto, financiado por la Fundación Gordon & Betty Moore, buscó diversificar las fuentes de financiamiento y mejorar la gestión en colaboración con SERNAP y FUNDESNAP.
«En los debates actuales, el tema de áreas protegidas no es central, ya que se trata de mostrar avances en la Meta 3 del 30×30. Bolivia ha superado la meta en superficie protegida, pero la conservación requiere gestión» declaró Osco. También explicó que el trabajo de Bolivia es formular una propuesta para recursos que permitan la conservación efectiva y tener mecanismos de autofinanciamiento.
Finalmente, Di Pangracio subrayó que, para cerrar la brecha de financiamiento en biodiversidad, los países deben definir sus necesidades y prioridades financieras. También se refirió a la necesidad de coordinar estratégicamente áreas como clima y biodiversidad para una movilización de fondos eficiente.
Una visión crítica del financiamiento y los mercados de biodiversidad
Guzmán destacó que, para mejorar la protección de la biodiversidad, es clave facilitar el acceso al financiamiento internacional, sobre todo para comunidades locales, pueblos indígenas y mujeres.
Esto requiere reformas fiscales, eliminar subsidios a actividades dañinas y establecer impuestos a prácticas contaminantes, además de integrar la conservación en los presupuestos nacionales. Guzmán espera que la COP16 impulse acuerdos que agilicen el acceso a fondos como un catalizador para proteger la naturaleza.
Desde Bolivia, Diego Pacheco, jefe de negociación en la COP16, resaltó en una conferencia de prensa la resistencia del país a la mercantilización de la naturaleza.
Pacheco advierte que aún falta consolidar un mecanismo efectivo. Critica la falta de financiamiento comprometido por países desarrollados. También rechaza las soluciones que impulsan, como bonos de carbono y biodiversidad que buscan involucrar al sector privado, en lugar de cumplir compromisos de financiamiento público.
Por su parte, el activista Pablo Solón, de Fundación Solón, señaló que los bonos de biodiversidad podrían fomentar especulación sin aportar a la conservación. Según Solón, en la COP16 se está discutiendo la posibilidad de implementar estos bonos, un mecanismo similar a los mercados de carbono que ya existen para el cambio climático.
Este artículo forma parte del programa historias de la COP16 de Biodiversidad de Climate Tracker en colaboración con FES Transformación