La comedia musical The Rocky Horror Show es una obra de vocación marginal que ha acabado convirtiéndose en un fenómeno cultural, estético y social. Más de cuatro décadas después de su desembarco teatral y posterior traslado a la pantalla, los fantasmas del Rocky siguen agitando su espíritu libertario y transgresor.
Te dejamos 10 razones por las cuales debes verla.
1. Porque sigue siendo irresistible ese mix donde se agita la comedia musical y el tributo al cine de serie B y ciencia-ficción , la estética glam y el humor camp, el rebozado kitsch y la música rock, lo gótico y el burlesque.
2. Porque Tim Curry, el Doctor Frank N. Furter de la obra, fue pionero en el uso de la lencería de gusto sado-maso y revitalizó el corsé como prenda de andar por casa.
3. Porque la obra se ha convertido en bandera de ese viento de libertad sexual y transgresión que recorrió la década de los setenta.
4. Porque le dio un centrifugado a la comedia musical, entre la épica melosa de Jesucristo Superstar y las flores algo marchitas de Hair
5. Por ese baile y ejercicio coreográfico llamado Time Warp que presagiaba las flashmob de la era global.
6. Porque gracias a ella la nación friki finalmente se pudo reivindicar y mostrarse orgullosamente.
7. Porque nos profetizó sobre la fluidez de los géneros: masculino-femenino-masculino y que un hombre viril no tiene por qué avergonzarse de su lado femenino. Esto nos quedó claro con el travestido Tim Curry cantando I’m just a Sweet Transvestite from Transexual, Transylvania y la exageración perfecta de su interpretación es mágic
8. Por sus homenajes al Mago de Oz, Murnau, Frankenstein, Russ Meyer, Mae West, Elvis Presley.
9. Porque descubrimos a una joven y desconocida Susan Sarandon.
10. Porque se ha convertido en una obra imprescindible de la cultura pop del siglo XX con su tributo al cine B y de ciencia-ficción, su estética glam, la estética kitsch y la música rock, lo gótico y el burlesque son elementos que transforman esta obra de culto junto con las canciones de los Beatles, Brigitte Bardot y las pinturas de Andy Warhol como las más grandes referencias de la cultura pop del siglo XX, y su influencia continúa en el siglo XXI.