La biografía más completa de Vincent Van Gogh en el cine cuestiona la teoría de los últimos días de vida del pintor.
Dirigida por el premiado cineasta estadounidense Julian Schnabel (La escafandra y la mariposa), At eternity’s gate entró a una carrera por el León de Oro que este año ha estado álgida en la edición número 75 del festival de cine más antiguo del mundo: la Mostra de Venecia.
Julian Schnabel, que antes de ser cineasta se dedicaba a la pintura, ya había abordado la vida artística con Basquiat(1996), acerca del pintor y poeta Jean-Michel Basquiat. En At eternity’s gate opta por un método narrativo impresionista y libre, lejos del clásico “biopic” común en Hollywood.
La película fue, en general, muy bien recibida por los medios acreditados y el diario especializado Variety sostuvo que era “la más completa de las biografías de Van Gogh en el cine, superando a Sed de vivir(1956), de Vincente Minnelli, y Vincent y Theo (1990), de Robert Altman”.
El estadounidense Willem Dafoe, con 63 años, en el rol de Van Gogh logra una de las cimas de su carrera , al ser galardonado con la Copa Volpi en la categoría Mejor Actor por su participación en la película.
En la conferencia de prensa, Schnabel afirmó que buscaba que el público tuviera la sensación de ir a una exposición más que a una función de cine. “Todo el mundo cree que lo sabe todo sobre Van Gogh y que es innecesario hacer otra película sobre él”, dijo.
Añadió que la idea original surgió cuando él y el veterano guionista Jean-Claude Carrière (el habitual de las últimas cintas de Luis Buñuel) asistieron a una muestra de Van Gogh en el Museo d’Orsay, de París. “Al salir de la exposición tienes una acumulación de imágenes en la cabeza y es la idea que queríamos crear en la película”.
La historia que cuenta Julian Schnabel se toma varias libertades y el mismo guionista reconoció que Van Gogh nunca pensó en Goya (tal como lo presenta la cinta) a la hora de pintar. Lo que sí defendió Carrière es que el largometraje no considere válida la teoría del suicidio del pintor. “No hay testimonio alguno de que Van Gogh se suicidara”, afirmó, agregando que en los últimos 80 días de su vida pintó 75 cuadros. Es decir, casi una pintura por día, muchas de ellas obras maestras. Según Carrièrre, nadie con depresión podría sostener ese nivel de creatividad.
Vía Culto